Tomado del Libro: “Ángeles que Ayuda, El Arcángel Uriel”
Autora: Elizabeth Clare Prophet
Angeles que ayudan en los cambios planetarios y personales
Desde el principio de la historia escrita, todo tipo de personas, desde líderes espirituales hasta simples ciudadanos de a pie, han recibido la visita de los ángeles. Vamos a hablar de cómo los ángeles, en este caso el Arcángel Uriel, siguen realizando esas visitas.
En
su mayor parte las experiencias con los ángeles no son visuales, sino
que se siente cercana una presencia de santidad. Algunas veces, en
momentos de oración o de meditación con Dios, los ángeles se comunican
mediante lo que creemos que son nuestros pensamientos, pero también hay
quien sí escucha una voz o ve un ángel, como sucedió en varias
apariciones de la Madre María que han tenido lugar en este siglo. El
propósito de las visitas de los ángeles puede ser guiarnos o bien
consolarnos en momentos de grandes dificultades.
¿Existen los ángeles?
¿Existen los ángeles?
En
el ejemplar del 5 de enero de 1986 de la revista Parade Magazine se
narra la historia de un encuentro con los ángeles que tuvo lugar en el
espacio. Seis astronautas soviéticos afirmaron haber visto un grupo de
resplandecientes ángeles con alas del tamaño de aviones. Según Weekly
World News, tres de los astronautas dijeron haber visto a los seres
celestiales por primera vez en el mes de julio de 1985, el día ciento
cincuenta y cinco a bordo de la estación espacial Salyut Save 7.
Afirmaron que habían visto siete figuras gigantescas con apariencia
humana, pero con alas, halos neblinosos y rostros redondos con sonrisa
de querubín, es decir, la clásica descripción de un ángel. Doce días
después, otros tres científicos soviéticos, entre ellos una mujer
astronauta, volvieron a verlos. «Sonreían -dijo la mujer- como si guardaran un glorioso secreto.»
Así,
estés donde estés, hasta en el espacio, te puedes encontrar con los
ángeles. Esta historia demuestra que los ángeles no prestan atención a
los sistemas políticos: aman a todas las personas, en todas partes; y
allí donde haya alguien receptivo, ellos dejarán su huella.
¿Quién es el Arcángel Uriel?
Los Arcángeles Uriel y Aurora
sirven en el sexto rayo, que es uno de los siete rayos de los que
consta el espectro universal de la luz de Dios. Su color es morado y oro
con motas rubíes (* Nota en otros texto dice rojo-rubí y otros dorado).
El sexto rayo transmite los principios de la hermandad, el servicio, la
justicia divina y la paz de Dios; también nos trae las energías de la
resurrección.
El
complemento divino de Uriel -su polaridad femenina- es la Arcangélina
Aurora (otros textos ponen a la Arcangélina Gracia), cuyo color es el
rayo de brillo rosa-dorado que contemplamos al alba. Las obras de estos
arcángeles se corresponden con el chakra del plexo solar, que es el
lugar de los deseos y, en última instancia, el lugar de la paz. Este
chakra tiene diez pétalos y su nombre en sánscrito es manipura. Los
jueves (*nota, la mayoría de los textos dice que su día es el viernes)
podemos apreciar mejor la vibración de paz, servicio y justicia de los
Arcángeles Uriel y Aurora. El retiro de estos arcángeles, que está en el
mundo celestial, se ubica sobre los montes Tatra, al sur de Cracovia, en Polonia. Referencias históricas a Uriel
Uriel significa «fuego de Dios», «llama de Dios» o «Dios es mi luz». En la tradición judía, al Arcángel Uriel se le llama «aquél que trae la luz a Israel».
Se le conoce como el ángel del trueno y los seísmos y como el ángel del
fuego o del infierno. También se le representa como intérprete de
profecías y, a menudo, se le pinta con un libro o un papiro.
En
El paraíso perdido, John Milton describe a Uriel como el «regente del
Sol» y «de todo el cielo, el espíritu de vista más aguda». Algunas
tradiciones identifican a Uriel como el ángel que sacó a Abraham de la
ciudad de Ur. Hay quienes lo identifican como el ángel que luchó con
Jacob (otros dicen que fue el Arcángel Chamuel). También se dice que fue él quien destruyó los ejércitos de Senaquerib.
El
nombre de Uriel no se encuentra en la Biblia, pero sí lo mencionan
otros textos judíos y cristianos que lo califican como serafín,
querubín, ángel de la Presencia y vigilante del mundo y de la sección
inferior del Hades. Algunas obras lo identifican como uno de los
querubines que Dios puso al este del jardín del Edén.
En el Libro de Enoch, Uriel «junto con Miguel, Gabriel y Rafael»
es uno de los ángeles de mayor importancia. Acompaña a Enoch durante
sus viajes por el cielo y el infierno, y previene a Noé del diluvio que
se avecina; algunas tradiciones afirman que Uriel fue enviado para
enseñar a Noé a sobrevivir al diluvio.
En
el segundo libro de Los oráculos sibilinos, se nombra a Uriel como uno
de los ángeles que conduce a las almas al juicio. Los oráculos sibilinos
fueron usados para propagar la doctrina judía y cristiana entre los
paganos y contienen predicciones de infortunios y desastres que van a
sobrevenir a los hombres. Fueron citados cientos de veces por los padres
de la iglesia en sus escritos.
El
segundo libro de Los oráculos sibilinos dice: «Los imperecederos
ángeles del Dios inmortal, Miguel, Gabriel, Rafael y Uriel, que conocen
los males de todos, llevan a las almas de los hombres desde la fangosa
oscuridad al juicio, al tribunal del gran Dios inmortal. [ … ] Uriel, el
gran ángel, quebrará los inmensos cerrojos, hechos de inquebrantable e
inflexible acero, de las puertas del Hades. [ … ] Las abrirá de par en
par y al juicio llevará a todos los cuerpos afligidos, especialmente a
los antiguos espectros: los titanes, los gigantes y todos aquéllos que
el diluvio destruyó; también llevará a juicio a aquéllos que las olas de
los mares destruyeron en los océanos, y a aquéllos que fueron devorados
por las fieras, las serpientes y las aves: a todos éstos presentará
ante el tribunal».
Uriel
ocupa un lugar clave en El cuarto libro de Ezra, un libro apócrifo que
en la literatura judía se considera como uno de los textos de mayor
belleza. Esta obra ejerció gran influencia en la iglesia cristiana
primitiva y llegó a ser usado como parte de la liturgia, además de dar
forma a las creencias medievales sobre el final de los tiempos.
En
El cuarto libro de Ezra, Uriel interpreta las visiones de Ezra y le
enseña los secretos del universo, respondiendo a las preguntas que Ezra
le plantea sobre el juicio del hombre, sobre las señales del final de
los tiempos que se avecina, sobre si los justos pueden interceder a
favor de los impíos y sobre el destino de los malignos.
En
los escritos de los gnósticos, Uriel es llamado Suriel y es considerado
regente de una de las siete esferas planetarias. Cómo los ángeles han
sido eliminados de nuestra vida
Diversos
textos de la antigüedad mencionan al Arcángel Uriel, el cual era
conocido por los judíos y por los cristianos primitivos; sin embargo, no
es mencionado en la Biblia. La iglesia católica ha prohibido en
repetidas ocasiones que se adore a ángeles que no estén nombrados
específicamente en la Biblia, a pesar de que los primeros dirigentes de
la iglesia aprobaban la devoción a los ángeles y alentaban a que se les
rezara.
Pero
en el siglo IV el sínodo de Laodicea decidió que la veneración a los
ángeles estaba menoscabando la adoración a Cristo. El sínodo se celebró
en una ciudad donde se creía que los ángeles eran los defensores de la
Ley y donde, cabe suponer, les estaban «adorando».
El
sínodo prohibió a los cristianos que adoraran a los ángeles en la
intimidad de sus casas, es decir, fuera de los muros de la iglesia.
También prohibió que se mencionara a ángeles cuyos nombres no estuvieran
en las Sagradas Escrituras católicas, donde sólo se hace referencia a
los Arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael.
A
pesar de esta condena por parte del sínodo, la adoración a los ángeles
siguió floreciendo. En el año 745, la iglesia volvió a prohibir la
adoración de ángeles cuyos nombres no se encontraran en la Biblia. El
Segundo Concilio de Nicea, en el año 787, reconociendo lo extendida que
estaba la devoción a los ángeles, dio el visto bueno a la costumbre de
pintar ángeles y venerar sus imágenes.
Sin
embargo, en los siglos IX y xv, otros concilios eclesiásticos volvieron
a condenar que se nombrara a ángeles que no fueran mencionados en la
Biblia. Más recientemente, en el año 1950, el Papa restringió la
adoración a los ángeles, reafirmando que los católicos únicamente pueden
nombrar a Miguel, Gabriel y Rafael. Pese a las prohibiciones papales,
el Arcángel Uriel en persona nos anima a que lo llamemos por su nombre, y
a que reclutemos a sus legiones de ángeles para que realicen cambios en
nosotros y en el planeta.
«En
todas las religiones del mundo, los ángeles han quedado eclipsados
-dijo Uriel en un dictado-. Por tanto, a efectos prácticos, te han
privado de tus intercesores. Los ángeles somos tus compañeros, tus
hermanos y hermanas, tus servidores. Estamos contigo, para este trabajo
se nos ha enviado: ésta es nuestra misión. ¡Podemos hacerlo, hemos sido
instruidos para ello, somos profesionales! No tienes más que llamamos en
el nombre de Dios YO SOY EL QUE YO SOY,
en el nombre de su Hijo Jesucristo. Y entonces “permanece firme y
contempla la salvación de tu Dios” a través de nosotros, pues venimos
para darte esa salvación. “¡Permanece firme y contemplarás la curación
de las naciones!”»
En otra ocasión, Uriel dijo: «Has
de saber […] que los arcángeles pueden ayudarte sólo hasta donde hagas
el llamado. Cuando nos invocas, estamos contigo al instante; cuando no
nos invocas, aunque deseemos salvarte de horribles calamidades, la ley
cósmica nos obliga a no intervenir».
Los
ángeles respetan nuestro libre albedrío. Cuando no tomamos la decisión
de invocarles, estamos tomando otra decisión: usamos nuestro libre
albedrío para no hacer el llamado. Y los ángeles de Dios respetan esa
decisión.
Los ángeles salvan dos vidas
Me
gustaría contarte la historia de un joven, Chris Merkel, que se salvó
de la muerte al pedirle a Dios que le enviara un ángel para que le
rescatara. Esta historia fue publicada en el ejemplar de febrero de 1993
de la revista Guideposts.
De
pequeño, Chris creía en los ángeles, porque su madre le había dicho que
eran seres reales. Pero al llegar a la adolescencia comenzó a dudar de
su existencia: no conocía a nadie que hubiera visto a un ángel. Pero eso
no desalentó a su madre, que todos los días seguía pidiéndole a Dios
que asignara un ángel para cuidar de cada uno de sus hijos.
En
enero de 1991, Chris tuvo motivos para cuestionar sus dudas acerca de
los ángeles. Un día, mientras se preparaba para ir al trabajo, escuchó
las oraciones que su madre estaba recitando en la cocina; en ellas, le
pedía a Dios que enviara ángeles que protegieran a Chris en su trabajo,
algo que le hizo gracia al escéptico Chris.
Ese
día, mientras él y un compañero trabajaban en una zanja, una pared de
tierra cayó sobre ellos. El rostro de Chris quedó en una bolsa de aire,
pero la aplastante presión le hacía difícil respirar. Supo que iba a
morir asfixiado lentamente.
En
el momento en que estaba a punto de desmayarse, le pidió a Dios que le
enviara un ángel que lo rescatara. Chris dijo que, antes de que el
equipo de rescate lo sacara, se había sentido misteriosamente alegre, se
había relajado y había perdido el conocimiento. Cuando lo recuperó, él y
su compañero estaban vivos, aunque el médico no sabía por qué; les
dijo: «No hay duda de que alguien les está cuidando».
Desde
entonces, Chris ha buscado todas las menciones bíblicas sobre ángeles
y, al igual que su madre, todas las mañanas le pide a Dios que asigne un
ángel a todos sus compañeros de trabajo y a todo el equipo.
«No tiene sentido no usar lo que Dios nos ha dado», dice Chris.
Ojalá
no esperes a encontrarte en una situación de vida o muerte para
aprender la lección que Chris Merkel aprendió. Creo que eso es lo que
intentan transmitimos tanto Uriel como todos los arcángeles: no tiene
sentido no usar lo que Dios nos ha dado. Todos los días los ángeles nos
dicen: «Estamos
aquí para que nos uses». Así que hagámoslo: recemos a los ángeles;
asignemos ángeles a nuestros seres queridos y a todas las personas con
las que nos encontramos a diario.
Usa la llama de la resurrección para transformar tu vida
Como
ya he mencionado, los Arcángeles Uriel y Aurora nos traen la llama de
la resurrección, que tiene un resplandor madreperla. Cuando, en el
nombre de Jesús, decimos: «YO SOY la Resurrección y la Vida», estamos
invocando la resurrección. Podemos invocar la resurrección y la vida de
cualquier parte de nuestra vida: nuestro servicio, nuestro talento,
nuestra salud, nuestro futuro, nuestro plan divino, cualquier cosa que
hayamos dejado de lado y de la cual queramos ocupamos ahora. Pero para
que esa acción de la resurrección te sea de ayuda, tienes que invocarla.
Para ello, puedes recitar en voz alta la frase
«¡YO SOY la Resurrección y la Vida!» nueve veces.
Aprende a incrementar la paz interior y exterior
Cuando queramos calmar las emociones y aquietar el cuerpo de los deseos, recitemos el siguiente mantra nueve veces:
«¡En el nombre Jesucristo: Paz, aquiétate! Y sabe que YO SOY Dios.»
Has
de tener presente que «YO SOY» es el nombre de Dios y que cuando
decimos «YO SOY… », estamos afirmando «Dios en mí es … » y «Dios en mí
está manifestando … » lo que digas a continuación en esa oración. Por
ejemplo:
«YO
soy (Dios en mí es) la puerta abierta que nadie puede cerrar»; «YO soy
(Dios en mí es) la luz que ilumina a todo hombre que viene al mundo»;
«YO SOY (Dios en mí es) el camino, la verdad, la vida, la resurrección,
la ascensión en la luz.»
La siguiente invocación sirve para pedirle directamente a Uriel que te ayude a aumentar la paz interior y exterior:
Invocación
Oh Arcángeles
Uriel y Aurora, legiones de luz del sexto rayo, venid en esta hora, os
lo ruego. Se parad la luz de la oscuridad. Que los ángeles desciendan
sobre el rayo de brillo rosa dorado procedente del corazón del Gran Sol
Central.
Invoco
refuerzos cósmicos de huestes angélicas y les pido que ¡establezcan
Paz! en mi corazón! ¡Paz! en mi mente! en mi voluntad! en mis miembros!
en el cuerpo de los deseos. Que sobre mí descienda el reinado de la Paz
del Cristo Cósmico. Que sobre mí descienda el reinado de la paz del Buda
y de todos los avatares. Que la paz comience dentro de mi corazón!
dentro de todos los corazones; y que la paz sea el poder que vence las
fuerzas de la guerra y del caos.
Oh luz de los ángeles! santos ángeles de Dios! escuchad mi llamado en esta hora y responded en defensa de la vida! atad a los ángeles rebeldes que interfieren en el progreso de las almas y que desean apartarlas de su unión con el Señor.
En este momento! Arcángel Uriel¿ le ofrezco a Dios
mis plegarias y pido que tal y como has prometido! entres en acción de
inmediato. Invoco la acción inmediata de la justicia divina. Que los
ejércitos del Señor me rodeen ahora! pues deseo ayudaros! oh legiones de la luz. Venid a enseñarme a caminar con los ejércitos de luz en defensa de todos los niños y de todo ser vivo que sufra en la Tierra.
¡Pido
esto en el nombre de Jesucristo! y acepto su cumplimiento total de
acuerdo con la voluntad de Dios. Así esta dado ya, Amén.
Las cinco claves de Uriel para cambiar tu vida
El Arcángel Uriel te da cinco claves con las que cambiar tu vida! tu familia, tu comunidad y tu planeta.
Primera clave:
Llama a los siete arcángeles para que llenen tus centros espirituales, es decir, tus chakras, con la luz del Cristo Universal
La
primera clave del Arcángel Uriel es pedir a los siete arcángeles que
llenen tus centros espirituales, los chakras! con la luz del Cristo
Universal.
En
la figura del hombre de los chakras podemos ver los siete chakras
principales. Los arcángeles usan estos siete chakras para afianzar la
luz en nuestros cuatro cuerpos inferiores: el cuerpo físico, el cuerpo
mental, el cuerpo de la memoria y el cuerpo de los deseos. Como ya
mencioné, los Arcángeles Uriel y Aurora afianzan la luz en el chakra del
plexo solar.
Puedes
visualizar que desde tu Presencia YO SOY, desciende un hilo de luz,
llamado el «cordón cristalino», que es en realidad un río de luz. La
Presencia YO SOY, que es la individualización del Dios Padre/Madre,
constantemente te alimenta con luz por medio de este cordón cristalino.
También
recibes alimento desde el chakra de la base de la columna. Las energías
de este chakra se conocen como la luz de la Madre (o, en Oriente, como
la energía de la Diosa Kundalini). Cuando elevas la luz de la Madre
desde la base y atraes la luz del Padre desde la Presencia YO SOY,
tienes en los chakras el equilibrio de Alfa (Padre) y Omega (Madre), el
más y el menos del Gran Tao.
Algunas
veces usamos nuestros chakras incorrectamente. Cuando abusamos de las
energías que Dios nos ha confiado, tenemos que invocar la llama violeta
para transmutar la energía negativa, para limpiar esos abusos de la luz
que hay en cada chakra.
Los
chakras son estaciones emisoras que Dios usa, y que nosotros usamos,
para concentrar la luz, para conservar la energía, para tener energía
cuando uno la necesita, así como, por medio de los decretos, para
dirigir la luz de Dios a situaciones problemáticas de nuestra vida y del
planeta. Así que es muy importante conservar el fuego sagrado y la
fuerza vital.
Se
puede abusar de esa fuerza vital de muchas maneras; pero la principal
forma de abusar de la luz de Dios es con lo que denominamos «energías
marcianas»: la ira, la agresión, la arrogancia, las discusiones, las
acusaciones, la agitación, la irritación y la aniquilación; una lista
entera de cambios de temperamento que son dañinos.
Son
perjudiciales porque este tipo de energía es, en realidad, ira absoluta
dirigida en contra de Dios: no se trata de una leve infracción. Cuando
nos enredamos en ese tipo de energía, podemos llegar a malgastar gran
cantidad de luz en muy poco tiempo.
¿Has
visto alguna vez a alguna persona presa de una ira y de unas amarguras
viscerales en contra de la vida y de Dios, y que con intensidad condena a
los demás, a la gente en general? En realidad, esa gente merece nuestra
compasión, porque está a merced de la acumulación de ira que nunca se
ha dedicado a resolver.
Este
tipo de ira puede sacarle a uno del sendero espiritual ya que los
centros espirituales, los chakras, son sagrados y hay que mantenerlos en
la santidad de Dios, hay que protegerlos.
Con
la siguiente invocación puedes llamar a los siete arcángeles y su luz
para que bendigan tus chakras, que es la primera de las cinco claves del
Arcángel Uriel.
Invocación
Amada y Poderosa Presencia YO SOY,
amados siete arcángeles, llenad ahora mis centros espirituales con la
luz del Cristo Universal. Purificadlos de las fuerzas del anticristo que
hayan implantado sus energías negativas dentro de mí. Purificadme y
exorcizadme ahora con el poder del Cristo Cósmico¡ Con el poder de mi
Presencia YO SOY, para que¡ en verdad¡ pueda ser el cáliz del Señor y presentarme cual santo grial.
A
los hijos e hijas de Dios «unidos a su presencia Crística, unidos a la
figura media de la Gráfica de tu Yo Divino (arriba puesta) les
corresponde el dar órdenes e indicaciones a los ángeles, rezarles,
pedirles toda la ayuda que necesiten. Nosotros no podemos salvar el
mundo, ni siquiera podemos salvamos a nosotros mismos; pero sí podemos
invocar a los ángeles, y ellos tienen la formación necesaria.
Uriel
dice: «A lo largo de la historia, los santos que han rezado diariamente
han sido corazones abiertos a nuestra venida, y a través de ellos la
Luz ha brillado en un mundo en tinieblas. Pero te digo .que si no eres
un santo hoy, puedes serio mañana. y el proceso de la santidad, amados
(en el cual abrazas la voluntad de Dios) comienza con llenar tu ser y
tus centros espirituales con la luz del Cristo Universal».
El
Arcángel Uriel explica que los arcángeles sólo pueden interceder por
nosotros cuando nos sometemos a la voluntad de Dios: «Somos arcángeles
que sirven a la voluntad de Dios, y venimos a servir a los hijos e hijas
de Dios que, tanto en las cosas grandes como en las pequeñas, son
obedientes a Su voluntad.»
Los
ángeles no te van a ayudar a hacer algo que no se ajuste a la voluntad
de Dios. En realidad, cuando no cooperen con cierto plan, ello será
indicativo de que quizá ese plan no se ajusta a la voluntad de Dios.
Como
ya he dicho, a veces cometemos errores. Creemos hacer la voluntad de
Dios, pero aun así erramos. Aprendemos de esos errores
bienintencionados, y Dios no nos castiga.
Pero
tenemos que aprender, con la gracia atenta de la madre de Jesús, a
escuchar la voz de Dios que está en nuestro interior; para ello debemos
programar, todos los días, un período de silencio, un momento en el que
lo único que hagamos sea escuchar.
Hay
dos momentos en los que es muy importante escuchar porque en ellos
estamos entre la octava de conciencia espiritual y de la terrenal: los
primeros cinco o diez minutos después de despertarnos por la mañana y
cuando nos dormimos. En esos dos momentos podemos llegar a recibir
algunas de las ideas más importantes, pero, como son momentos breves,
tenemos que hacer tiempo para escuchar a Dios.
Uriel
dice: «No podemos, según la ley de Dios, interceder ni interferir en tu
vida a menos que renuncies a la voluntad humana y digas: “Hágase Tu
voluntad y no la mía. ¡Oh Señor, entra en mi vida y ayúdame!”»
Segunda clave:
Aplica la llama violeta a diario y con generosidad
La
primera clave era cargar los chakras con la luz de Dios, y para ello
invocábamos a los arcángeles. La segunda clave que nos da el Arcángel
Uriel para lograr cambios personales y planetarios consiste en aplicar
la llama violeta a diario y con generosidad. El Arcángel Uriel trabaja
con la llama violeta casi con tanta frecuencia como el Señor Zadkiel,
que es el Arcángel del séptimo rayo, el de la llama violeta.
La
llama violeta es un regalo del Espíritu Santo que recibimos bajo el
auspicio de Saint Germaint, el cual nos dice que la llama violeta es
«una llama física» y que, por ello, es el antídoto para los problemas
físicos. «La llama violeta -explica- es el antídoto supremo que
contrarresta las intoxicaciones alimentarías, los restos de sustancias
químicas, las toxinas o la contaminación del cuerpo por el consumo de
drogas.»
Con
esto no quiero decir que uno no deba usar lo que un médico nos recete
para contrarrestar una intoxicación alimentaría, o neutralizar toxinas o
drogas. Tenemos que usar la llama violeta a la vez que el remedio que
se ajuste a la situación. La llama violeta puede purificar no sólo las
toxinas, sino también los efectos secundarios de un medicamento.
Recuerda, pues, que la llama violeta sirve de ayuda a métodos
científicos y que no es un sustituto de ellos. No dejes de consultar al
médico y tomar los remedios específicos para tu problema.
Es
recomendable tener un libro de anatomía para visualizar cómo la llama
violeta rodea y entra en cada órgano del cuerpo. Puedes visualizarla y
verte saturado de ese rayo y de esa llama.
Cuanto
más concretos sean los llamados y la visualización, más inmediata será
la respuesta y la acción. Ello es de gran ayuda cuando uno reza «ya sea
por uno mismo o por otras personas» en casos de accidentes, operaciones
quirúrgicas o enfermedades terminales. Intenta que el médico te dé la
descripción exacta de la enfermedad para saber con exactitud a dónde
dirigir la llama violeta en el cuerpo de alguien que esté enfermo o que
haya tenido un accidente. Haz un llamado específico a Dios pidiéndole
que dirija la llama violeta a la zona necesaria y entonces visual iza
con tenacidad cómo la llama violeta entra en esa zona.
La
llama violeta también puede eliminar los registros de tu karma
negativo, entre los cuales se incluyen los registros de las malas
acciones. Por ejemplo, para asegurar la paz en la Tierra, el Arcángel
Uriel dice que es importante eliminar los registros de muerte y de
guerra presentes en los campos de batalla del planeta. Uriel nos enseña a
dirigir la llama violeta a la causa y al núcleo del karma.
Invoquemos ahora la llama violeta recitando el mantra «YO SOY la luz del corazón».
YO SOY la luz del corazón
Por Saint Germaint
YO SOY la luz del corazón brillando en las tinieblas del ser
Y transformándolo todo en el dorado tesoro
De la mente de Cristo.
YO SOY quien proyecta mi amor hacia
El mundo exterior
Para derribar toda barrera
Y borrar todo error.
YO SOY el poder del Amor infinito
Que se amplifica a sí mismo
Hasta ser victorioso
Por los siglos de los siglos!
Éste
es el mantra que Saint Germaint nos da para expandir la llama trina. La
primera línea dice: «YO SOY la luz del corazón», lo cual quiere decir:
«Dios en mí es la luz de mi corazón». Esta luz está «brillando en las
tinieblas del ser»; esto significa que es la única llama en la octava
física que es eterna y que no necesita ser alimentada. Esta luz del
corazón está «transformándolo todo en el dorado tesoro de la mente de
Cristo», lo cual quiere decir que nuestra mente contiene las riquezas de
la Mente de Cristo. Tenemos a nuestra disposición toda la información,
los datos y la sabiduría, en cualquier momento, gracias a la Mente de
Cristo. A continuación nos concentramos en el amor del corazón y «YO SOY
quien proyecta mi amor hacia el mundo exterior». Enviamos el amor de
nuestro corazón como un rayo de fuego violeta «para derribar toda
barrera y borrar todo error». Afirmamos que Dios en mí es «el poder de
amor infinito que se amplifica a sí mismo hasta ser victorioso por los
siglos de los siglos».
Este
pequeño mantra es un tesoro que nos llega desde el corazón de Saint
Germaint. Lo guardamos porque, al afirmar/o, podemos sentir la presencia
de Dios que habita dentro de nosotros en forma de llama trina viva.
Recita
este mantra con la conciencia plena de que es Dios quien asume el
control y realiza, a través de nosotros, la grandiosa obra de las eras.
Al recitar esta oración, verás el consuelo que recibes y sentirás que
Dios está operando dentro de ti y usándote para que logres la victoria.
Podrás
ver que el poder del amor infinito asumirá el control cuando lo
conviertas en algo importante en tu corazón. Y como te has entregado al
amor y has usado la ciencia de la Palabra hablada, se amplifica a sí
mismo y es «victorioso, por los siglos de los siglos».
Dios
en ti está logrando todas las cosas. Tú te estás uniendo a Él, eres la
manifestación de Dios en la Tierra. Tú y Dios sois uno; no hay división
alguna. Puedes recitar este mantra y sentir la presencia viva del
Todopoderoso, sentir que sois uno en tu ‘corazón. Claro, no se trata de
que tú estés moviendo a Dios, lo que sucede es que tú te mueves tal como
Dios lo hace.
Ahora, habiendo adquirido un entendimiento más profundo, vuelve a recitar ese mantra, esta vez tres veces.
Hay
otro decreto dedicado a Saint Germaint que es un buen ejemplo de la
ciencia de la Palabra hablada. Los primeros dos párrafos constituyen el
preámbulo; en él, nos dirigimos a los seres de luz cuya presencia
deseamos invocar, cuya ayuda buscamos. En el segundo párrafo
establecemos la autoridad con que decretamos y ordenamos que la luz vaya
a nuestra conciencia, a nuestro ser y a nuestro mundo.
Luego,
como puedes ver, hay seis estrofas, cada una seguida del estribillo y
al fina/la coda. Este decreto fue dictado por Saint Germaint y nos llega
directamente desde su corazón.
Envía llama violeta, Saint Germaint
Amada,
poderosa y victoriosa Presencia de Dios YO SOY en mí, tú, inmortal
llama autoalimentada del amor Crístico dentro de mi corazón, Santos
Seres Crísticos de toda la humanidad, amado Maestro Ascendido Saint
Germaint, amada Madre María y amado Jesús el Cristo, amado Maha Chohán,
Arcángel Zadkiel, Príncipe Orómasis, todos los grandes seres, poderes y
actividades de la Luz que sirven a la llama violeta transmutadora, amado
Lanelo, todo el Espíritu de la Gran Hermandad Blanca y la Madre del
Mundo, vida elemental: ¡fuego, aire, agua y tierra!
En
el nombre y por el poder de la Presencia de Dios que YO SOY Y por el
poder magnético del fuego sagrado del que estoy investido, invoco la
poderosa presencia y el poder de todo vuestro moméntum acumulado
de servicio a la Luz de Dios que nunca falla, y ordeno que sea dirigido
por toda mi conciencia, ser y mundo, a través de mis asuntos y todas
las actividades de los maestros ascendidos, por los siglos de los
siglos. En tu nombre, oh Dios, yo decreto:
1.
Envía llama violeta, Saint Germaint, haz que limpie el núcleo de mi
ser, benditos Orómasis y Zadkiel, haced que se expanda más y más.
Estribillo:
Ahora mismo resplandece y satura,
ahora mismo expande y penetra;
libéranos para ser la mente de Dios,
ahora mismo y por la eternidad.
2. Estoy en la llama y allí permanezco,
estoy en el centro de la mano de Dios;
estoy colmado de un matiz violeta,
estoy saturado por completo.
3. YO SOY la llama de Dios en mi alma,
YO SOY la meta destellante de Dios;
YO SOY, YO SOY el fuego sagrado,
siento el flujo del júbilo inspirar.
4. La conciencia de Dios ahora en mí,
me eleva al Cristo que veo aquí.
Descendiendo ahora en la llama violeta,
le veo venir a reinar para siempre.
5. Envía, oh Jesús, tu llama violeta,
santifica la esencia de todo mi ser;
bendita María, en el nombre de Dios,
auméntala y hazla más intensa.
6. Poderoso YO SOY, envía llama violeta,
purifica la esencia de todo mi ser;
Maha Chohán, Oh Santo Ser,
expande el bello sol de Dios.
Coda:
Me toma de la mano para decirme:
Amo tu alma cada día bendito;
elévate ahora en el aire conmigo
donde libre serás de todo cuidado;
mientras siga ardiendo la llama violeta
yo sé que lograré ascender contigo.
Tercera clave de Uriel:
Aumenta la llama de la paz en tu aura
La
tercera clave que el Arcángel Uriel nos da para cambiar nuestra vida es
aumentar la llama de la paz, que extinguirá el fuego de la guerra y de
la ira. Uriel nos dice que si queremos tener paz en nuestra vida y en
nuestro hogar, él nos puede enseñar a usar el poder de la paz para
luchar contra las fuerzas de la antipaz que acechan, tanto dentro como
fuera de ti.
Qué
es la fuerza de la antipaz? Esta fuerza abarca estados de ánimo que
incluyen ira y nerviosismo en el mundo de los sentimientos, actitudes de
acusación o discusión, sentimientos de molestia o irritación, todas las
formas de comportamiento agresivo, sea física o psíquicamente, y
multitud de cosas que van desde la apatía hasta la tendencia a la
autoaniquilación.
En
suma, la antipaz es toda condición que nos haga perder el equilibrio ya
que, en el estado desequilibrado que resulta de ello, perdemos la
armonía y permitimos que se expresen a través de nosotros los estados
antes mencionados.
Cuando
nos encontremos en esta situación, Uriel nos aconseja que regresemos a
la armonía divina lo antes posible. Si usamos el decreto «Cuenta hasta
nueve» y si deseamos la armonía más de lo que deseamos ganar una
discusión, entonces podremos restaurar la paz con rapidez.
Las
discusiones nos atrapan, y la postura que adoptemos -con su falta de
armonía- nos atrapa incluso más y nos hace continuar con la discusión.
Cuando
tengas la impresión de que vas a participar en una discusión que se te
va a escapar de las manos -o si ello ya ha sucedido-, retírate del
lugar. Sal a respirar aire fresco, da un paseo mientras recitas el
siguiente decreto, que es un llamado a los siete arcángeles y a la
Presencia YO SOY.
Decreto «Cuenta hasta nueve»
Ven ahora por el Amor de Dios,
protege tú mi alma aquí,
haz ahora mi mundo tuyo
que la Luz de Dios brille en mí.
Cuento uno,
hecho está.
¡Aquiétate, mundo emocional! Dos y tres,
libre SOY,
paz, es tu divina Voluntad.
Cuento cuatro,
Presencia divina
yo siempre te adoro. Cinco y seis,
¡oh Dios en ti
mis ojos pongo!
Cuento siete, ven, oh Cielo,
¡mis energías domina! Ocho y nueve,
tuyo plenamente,
¡mi mundo mental envuelve!
La luz de fuego blanco me rodea, ¡rechazadas son todas las mareas!
i Con el poder de Dios a mi alrededor YO SOY protegido por el Amor!
Este
decreto puede evitar que incurras en un karma negativo grave. Cuando te
percates por anticipado de que algo se te va a escapar de las manos, o
cuando el ambiente se empiece a alterar y sepas que no vas a poder
controlar la situación ni controlarte a ti mismo, aprende a eludir
cortésmente esa situación. Apréndete este decreto de memoria y aprende a
respirar profundamente, a relajarte dando un paseo, a apreciar el
asunto en su justo valor y a decir: «No merece la pena perder el
equilibrio de mi alma y de mi luz simplemente por una discusión».
«Regrepa
a la armonía divina, en el tono de la voz, en los pensamientos de la
mente, en los sentimientos -dice Uriel-. El estado de la armonía divina
consiste en tener control divino absoluto sobre las energías que pasan a
través de ti. Elévate al plano de tu Yo Crístico y no permitas que las
diferentes partes de tu ser, cual niños malcriados, tiren de ti en
distintas direcciones. El poder de Dios se puede encontrar en la quietud
interior del corazón. Búscalo y lo encontrarás.»
Cuarta clave de Uriel:
Invoca el juicio y la resurrección de Dios
La
cuarta clave que el Arcángel Uriel nos da para realizar cambios en
nosotros y en el planeta consta de dos partes: invocar el poder del
juicio del Señor e invocar el poder de la resurrección del Señor.
Uriel
es el arcángel que pronuncia los juicios del Señor Cristo. El Arcángel
Uriel ha dicho que él es un ángel que hará todo lo que le pidamos,
siempre y cuando lo que solicitemos se ajuste a la voluntad de Dios.
«Soy yo quien escucha día y noche -nos dice-.
Algunas
veces tengo que descansar mientras espero a que alguien haga un llamado
pidiendo que sean atadas las horrendas injusticias de este planeta.»
Todos
vemos continuamente esas injusticias, pero ¿cuántos les pedimos a los
ángeles que intercedan cada vez que vemos una injusticia? Muchas veces
no hay justicia en los sistemas judiciales, pero siempre podemos
recurrir a la justicia celestial.
«Hay
un tribunal superior donde los asuntos son juzgados con rapidez y de
forma definitiva, y el karma en verdad desciende -dice Uriel-. Por lo
tanto, ¡sé sanado de la impresión de que en ti, fuera de ti, en el país o
en el mundo, se haya cometido alguna injusticia! Sencillamente, invoca a
los Señores del Karma y recuerda que Uriel está esperando que le pidan
que entre en acción.»
Uriel
explica que aquéllos a quienes Dios administra su juicio por medio de
los arcángeles reciben 1,1 oportunidad de cambiar y de adorar al Dios
vivo. El juicio de una persona no implica el fin de esa persona, sino
que es el juicio de ciertas acciones, y gracias a él la persona recibe
su karma, cuyo propósito ps enseñarle una lección.
Cuando
le pides a Uriel justicia y juicio divinos, puede que no veas una
respuesta inmediata a tu llamado, pero ten la seguridad de que el
proceso ha comenzado y, lo sepas o no, llegará a su fin.
Cuando
esa justicia es enviada, el cambio comienza en lo más hondo de la
psique del hombre y de la sociedad. Así que desde lo más profundo, desde
niveles que no percibimos conscientemente, Dios comienza a resolver las
complejidades de una injusticia. No vemos esa resolución hasta que se
manifiesta a niveles concretos de la mente consciente y del cuerpo, pero
cuando pides a los arcángeles que se manifieste la justicia divina en
cierta situación, estás poniendo el asunto en manos de expertos.
Uno
reconoce una injusticia cuando la ve, ya sea, en el patio de una
escuela o en el Congreso, pero uno no siempre sabe cuál es la solución.
Lo más seguro es poner toda aparente injusticia en manos de Dios y de
sus emisarios angélicos.
Cuando
nos tomamos la justicia por nuestra mano, casi siempre nos metemos en
problemas, y son problemas con la ley suprema: la ley del karma. No
juegues a ser Dios porque al hacerlo, incurres en karma.
Dios
dice en la Biblia: «Mía es la venganza; yo daré el pago merecido, dice
el Señor. Antes al contrario: si tu enemigo tiene hambre, dale de comer;
y si tiene sed, dale de beber; haciéndolo así, amontonarás ascuas sobre
su cabeza. No te dejes vencer por el mal; antes bien, vence el mal con
el bien».
¿Recuerdas
haber sido víctima de alguna injusticia? ¿Has logrado hacer las paces
con esa situación en todos los niveles del ser, incluso a niveles
inconscientes; o todavía experimentas algo de dolor cuando piensas en
esa situación?
Me
gustaría hacer una invocación para que todas las injusticias que tú o
cualquier portador de luz del planeta haya experimentado sean llevadas
para su juicio esta noche ante los Señores del Karma y ante el Arcángel
Uriel. Entrégale a Dios toda sensación de haber sido tratado
injustamente y deshazte de ese sentimiento y de la tensión que debido a
él has acumulado en el cuerpo. A lo mejor tienes una úlcera «o problemas
de corazón, o pulmonares» debido a que crees que, en algún lugar, en
algún momento, alguien cometió una injusticia contigo.
Sea
lo que sea, deshazte hoy de ello. Reconoce que, en cierto sentido, no
somos Dios, no vamos a jugar a ser Dios y no nos tomaremos la venganza
por nuestra mano. Confía todo a Dios y a sus legiones de luz y sabe que
recibirás un trato justo, sea cual sea el karma que tengas, sea cual sea
la razón por la que pasaste por cierta situación: como lección,
enseñanza o simplemente para experimentar el mismo tipo de energía que
tú enviaste en el pasado.
La ley del perdón y la misericordia
Cuando
nos deshacemos de la sensación de haber sido tratados injustamente,
experimentamos una libertad maravillosa. Pero te voy a contar un
secreto: también hace falta el perdón. A veces nos resulta difícil
perdonar cuando vemos que alguien hace algo terrible, pero la clave que
Dios nos ha dado es la siguiente: podemos invocar que sea atada la parte
de la persona que ha desencadenado la injusticia; después recemos por
el alma, que ha sido la víctima de ese no yo.
El
«no yo» de la persona, el «anti yo», es lo que nosotros denominamos el
«morador en el umbral» y otros llaman «el lado oscuro»; es lo que hace
que la gente haga cosas malas.
Pedimos
misericordia para el alma y pedimos que sean atados todos los
componentes de la persona que todavía no estén bajo el control del Yo
Crístico (el Yo real) y que, por tanto, tienen la capacidad de obrar el
mal.
Ésta
es la dicotomía del perdón. Hay cosas que no podemos perdonar: no
podemos perdonar el holocausto, no podemos perdonar el asesinato, no
podemos perdonar la violación de menores. Éstas son cosas que nos
afectan profundamente. Pero sí podemos pedir el perdón del alma que fue
el instrumento de esos actos y a la vez invocar el juicio de los
componentes del yo (es decir, del no yo) que son la antítesis del Yo
real.
Tenemos que esforzarnos en perdonar y para ello te insto a que recites con regularidad los diez votos de Kuan Yin.
Kuan
Yin -la Diosa de la Misericordia en Oriente– es una maestra ascendida,
una bodisatva de gran altura, que me ha enseñado que el perdón es algo
en lo que nos convertimos, no algo que hacemos.
Para
poder perdonar de verdad tenemos que establecer como objetivo el
convertirnos en misericordia, convertirnos en la encarnación de Kuan
Yin, y así, al convertirnos en misericordia en acción, comprendemos que
son los hechos lo que define a la misericordia. No tenemos que decir: «Te perdono»,
como si estuviéramos haciendo una obra magnánima, ya que en realidad
perdonar es nuestra vocación y nuestro deber. Podemos ser misericordia en acción, para
que constantemente tengamos la actitud misericordiosa, la vibración de
la misericordia. Y cuando alguien nos ofende, sintamos que esa llama de
la misericordia nos sana.
Si
estás curado de la ofensa, del dolor, de la aflicción, ¿quieres que
otro sufra para siempre por haber hecho algo que te afligió? Eso es
insensibilidad. Kuan Yin acabará con nuestra insensibilidad y nosotros
mismos lo lograremos si comemos de forma más sana.
Cuando
dejamos de comer alimentos grasos y pesados -carne roja, grasas,
productos lácteos-, el músculo del corazón literalmente se suaviza, nos
deshacemos del colesterol y las arterias dejan de estar obstruidas.
Cuando hablo sobre este tema siempre me encanta añadir que hay que comer todos los días rábano daikon. Este rábano, cocinado o crudo, te permite vivir más y así servir muchos años más. El daikon cocinado se introduce en los órganos y elimina las grasas que se han acumulado en ellos a lo largo de los años. El daikon crudo ataca las grasas que hayamos ingerido recientemente, ayer o ‘la semana anterior.
Mantén
tu cuerpo limpio y flexible y, una vez que hayas eliminado esas
sustancias, tu piel será como la de un bebé. Cuando el corazón no esté endurecido y
el cuerpo sea flexible, te resultará más fácil deshacerte de la
insensibilidad espiritual. Es maravilloso despertarse un día y
escucharse a sí mismo perdonar a niveles internos a los enemigos más
acérrimos.
Ésta
es una costumbre que no debemos olvidar, porque la misericordia y el
perdón son el primer paso que hemos de dar en el sendero espiritual.
Para ser recibidos en el sendero, tenemos que ser perdonados y desear el
perdón y la penitencia; pero también tenemos que perdonar a los demás.
Así que sin perdón no hay sendero espiritual. Es el primer paso que el
Buda enseñó, el primer paso que el Cristo enseñó.
Ahora
piensa en todas las personas a las que quieras perdonar, en todas las
personas cuyas injusticias le puedas entregar a Dios, y verás la
liberación que experimentas. Como ayuda, puedes recitar la siguiente
invocación.
Invocación:
Oh
amados Arcángeles Uriel y Aurora, estoy muy agradecido de estar con
vosotros en esta hora y de tener la oportunidad de comulgar con otras
almas encarnadas de la luz! algunas de las cuales son ángeles.
Deseo recordar ahora el momento en que me aparté de la conciencia divina del Gran Sol Central. Ayudadme a encontrar! oh Uriel y Aurora, mi primer acto de injusticia! mi salida de la Casa del Señor! la primera vez que me aparté de la voluntad de Dios y descendí a estos densos niveles de conciencia. ¡Os pido¡ amados Arcángeles Uriel y Aurora y legiones del sexto rayo! que recorráis conmigo todos los pasos que me han traído a este lejano país, desde donde deseo regresar al Sol Central del Ser.
Invoco
al Ojo Omnividente de Dios para que contemple todos los actos de
injusticia que haya cometido en contra de todo ser vivo. Y ahora pido
que ese Ojo Omnividente se dirija a todas las injusticias que se hayan cometido conmigo. Pido ahora tu Presencia sobre mí y te entrego estos asuntos, así como se los entrego a la Corte del Fuego Sagrado, a los Señores del Karma.
Apelo
también al corazón de la amada Kuan Yin. Pido tener un corazón
misericordioso para poder compartir esa misericordia «conmigo y con mi
prójimo» y sentir la profundidad del perdón en mi ser para que ¡no
guarde rencor¡ para que no sienta la necesidad de vengarme. Pues sé que el Señor Dios Todopoderoso es quien toma la venganza y por lo tanto! yo no me ocuparé de administrar la justicia Divina.
A ti! oh Uriel! pido que aquéllos a quienes yo haya agraviado reciban la compensación de ese agravio tomando de mi cuerpo causal algún invaluable regalo para aquéllos con quienes tengo una deuda kármica.
Invoco
la forma de pensamiento curativa. Invoco el fuego sagrado para que
consuma en mí los registros del dolor y de la aflicción en el corazón!
en todos los chakras! en todos los órganos donde yo haya permitido que se asienten la desesperanza! la depresión y las heridas del pasado. Pido que la llama violeta pase a través de mí ahora! que transmute toda sensación de haber sido tratado o tratada
injustamente. Invoco el juicio cósmico del Señor! pido que sea atado el
morador en el umbral del no yo, del anti yo de todas las personas!
incluido el mío! que puede perpetrar actos de crueldad y deshonra.
Oh Dios! estoy agradecido de que la misericordia esté a mi disposición gracias a todos los hijos e hijas de Dios que interceden por mí y gracias a la
intercesión de los santos ángeles. Por lo tanto! con suprema gratitud
en esta hora! acepto la justicia Divina. Encomiendo mi ser a Dios y dejo que Él se ocupe de todas estas cosas.
Oh Diosa de la Misericordia! pon sobre mí tu presencia para que! de aquí en adelante! pueda yo ser una llama de misericordia viva dondequiera que me encuentre! para que pueda sentir el dolor de los demás y esté preparado o preparada para entender a mi prójimo con compasión y misericordia.
Mediante
la acción de los ángeles y Budas del Rayo Rubí, sello esta plegaria en
el nombre del Padre, del lijo, del Espíritu Santo y de la Madre Divina
y, a modo e apéndice, ofrezco oraciones personales.
Cada
vez que sientas la tentación de recordar una vieja herida o un viejo
resentimiento, recuerda la oración de san Francisco y recuerda también
que has venido al altar y que todo eso ya lo has puesto en manos de
Dios. Nunca se lo quites, continúa con tu vida, libre para amar, libre
para usar el cien por cien de tu energía para amar. Esto es, de por sí,
una enorme gracia.
La oración de san Francisco de Asís
Señor, hazme un instrumento de tu paz.
Donde haya odio, déjame sembrar amor; donde haya ofensa, perdón;
donde haya duda, fe;
donde haya desesperación, esperanza; donde haya oscuridad, luz; y
donde haya tristeza, alegría.
Oh Maestro Divino,
concédeme que no busque tanto ser consolado como consolar;
ser comprendido como comprender; ser amado como amar.
Porque es al dar que recibimos, es al perdonar que somos perdonados, y es al morir que nacemos a la Vida eterna.
El Arcángel Uriel
La preocupación de Uriel por el aborto
El
siguiente tema que nos presenta el Arcángel Uriel es bastante
controvertido. Expongo a continuación lo que él ha dicho al respecto,
pero quiero recordar que yo defiendo el derecho que todas las personas
tienen de tener su propia opinión sobre cualquier tema, incluido éste.
A
los arcángeles les preocupa profundamente el aborto y las consecuencias
kármicas que éste acarrea para las personas y naciones que lo aprueban.
El Arcángel Uriel ha pronunciado el juicio del Señor Jesucristo sobre
el aborto, sobre los médicos que lo practican y sobre las leyes que lo
permiten.
Uriel
ha profetizado que «la nación y el pueblo que toleren el asesinato del
Todopoderoso en sus hijos, esa nación sufrirá cataclismos. y quién sabe
dónde se manifestarán: quizá en una nevada en primavera; o en la
economía; o en hogares donde hermano se enfrentará con hermano y donde
estará presente la fuerza de la división debido al karma del odio al
Cristo que vive en estos bebés que están en el vientre, karma que ahora
ha llegado».
Desde
el año 1973 ha habido en el mundo entero entre mil millones y mil
quinientos millones de abortos. En ese mismo período, desde que el
Tribunal Supremo de los Estados Unidos legalizó el aborto, al menos
treinta y seis millones de bebés han sido abortados en este país, lo
cual quiere decir que se ha abortado el plan divino y la misión de estos
millones de almas. Dios escoge el momento especial en la historia para
que cada alma nazca y cumpla con su razón de ser para esa vida en
particular.
Uriel ha dicho: «Asesinar a los hijos de Dios es asesinar a Dios como ígneo potencial, es volver a crucificar al Cristo».
Si
alguien ha tenido un aborto o lo ha apoyado, puede saldar ese karma
realizando actos de misericordia y apoyando a la vida. Podemos
rectificar el karma no sólo por medio de la oración, sino también
trayendo un hijo al mundo, o bien adoptando niños o patrocinándolos
económicamente. Podemos ayudar a los niños por medio de programas
comunitarios o apoyando a programas que los ayuden. Quien ha estado
implicado en un aborto debe implorar el perdón de Dios y enmendar el
error sirviendo a la vida.
Esas
personas pueden hablar en defensa del derecho a vivir del nonato y
diseminar información sobre lo que el niño experimenta en el vientre
durante los nueves meses. Como ayuda pueden usar mi seminario titulado
Life Begets Life (<<Vida engendra vida») y otros materiales sobre
este tema que están disponibles en vídeo y en casete. También hay
materiales como The Silent Scream (<<El grito silencioso»), The
Miracle of LHe (<<El milagro de la vida»), A Window to the Womb
(<<Una ventana al vientre») y A Soul That’s Free (<<Un alma
que es libre»), este último una conmovedora historia sobre el tema del
aborto.
Tenemos
que recordar que Dios es misericordioso. Pero aquéllos que han apoyado
un aborto y no se arrepienten de ello ni saldan el karma
correspondiente, recibirán el karma de sus acciones. Puede suceder que
ellos mismos experimenten el aborto, es decir, el malogramiento de su
plan divino y de esa forma sepan lo que han infligido a los nonatos.
El juicio de Dios se manifiesta
Me
gustaría narrar dos ejemplos en los que el Arcángel Uriel pronunció el
juicio y en los que ha habido resultados tangibles. El 29 de diciembre
de 1985, Uriel, haciendo alusión a los altos precios del petróleo
establecidos por la OPEP, dijo: «De ninguna manera lograrán crear
barreras, ya sea de dólares, de petróleo o de conspiración o de alegres
sonrisas o de justificación. ¡Porque eres atada [la OPEP] en este día!
¡Y el Señor me ha enviado, para que por el poder de la Palabra su Juicio
permanezca en la octava física y sea llevado en los corazones, y para
que se vea y se sepa que la Tierra es del Señor!»
Dos
meses después del dictado del Arcángel Uriel, los precios del petróleo
cayeron en picado (cincuenta por ciento), pasando el precio del barril
de 27,06 dólares a 13,26 dólares, en marcado contraste con el drástico
aumento de más del 1.800 por ciento que había sufrido el precio entre
los años 1971 y 1981, cuando la OPEP controlaba casi la totalidad del
mercado.
El
7 de marzo de 1983 la revista Newsweek escribió: «En la década pasada,
la OPEP logró la mayor transferencia de riqueza de la historia. Provocó
el caos en las economías de los países industrializados y llevó a
algunas naciones del Tercer Mundo al borde de la ruina; contribuyó a la
caída de dos presidentes esta dounidenses; y dejó profundas cicatrices
en la psique de Estados Unidos, un país que se enorgullecía de su
independencia».
Uriel
dijo, en ese mismo dictado del año 1985, que nosotros podíamos hacer
realidad el juicio del terrorismo si invocábamos a los ángeles. Dos días
antes del dictado, un grupo de cuatro terroristas había irrumpido en el
área de los mostradores de la línea aérea israelí El Al en el
aeropuerto Leonardo da Vinci de Roma y había lanzado granadas de mano y
disparado con metralletas cortas a los viajeros y transeúntes. Minutos
más tarde, tres terroristas desplegaron su ataque en el área de salidas
de El Al en el aeropuerto Schwechat de Viena. Murieron un total de
diecinueve personas, entre ellas una niña de once años de edad; otras
ciento diez personas resultaron heridas en los brutales ataques.
En
el dictado, Uriel dijo: «Aunque no hay solución internacional al
terrorismo, el Señor Dios Todo poderoso sí tiene la solución. Y las
huestes angélicas están listas para entregarla, día tras día y noche
tras noche, si, usando los decretos, ofrecéis la Palabra de
confirmación. Porque aquí abajo en el reino de escabel, amados
corazones, vosotros debéis ratificar la voluntad de Dios y sus ritos y
su santa Palabra. Comprended que el libre albedrío se manifiesta en
todos los lugares del mundo y en todas la áreas de acción política y
económica».
Estos
dos incidentes concretos son un asombroso testimonio del poder de Dios
cuando habla a través de Su arcángel y éste entrega esa Palabra a través
del mensajero.
Es
interesante señalar que Rand Corporation, que desde el año 1968 ha
controlado el terrorismo, dice que los incidentes terroristas alcanzaron
su punto máximo en 1987 y que desde entonces ha habido una disminución
del terrorismo en el mundo entero, con la excepción del terrorismo
durante la Guerra del Golfo de 1991.
Es
frecuente que recibamos dictados de los arcángeles, especialmente de
Uriel, que contienen el juicio de ciertas situaciones y él espera que
nosotros recitemos los decretos después del dictado para que ese juicio
se haga realidad en la octava física.
También
podemos aplicar la acción del juicio a nuestro no yo, al yo que es la
antítesis de nuestro Yo Superior. Cuando le pides a Dios que te juzgue,
su fuego sagrado desciende a tu templo, no con la intención de
perjudicarte, sino para separar lo malo de lo bueno. De esta forma,
podemos ver que el error y los malos hábitos no son parte de tu Yo real.
Los
siervos de Dios tenemos que saber qué hay en nosotros que ofende a Dios
para así poder corregir/o y enmendarlo. Una forma segura y rápida de
avanzar en el sendero espiritual es pedir/e a Uriel que, con la espada
de doble filo, separe lo real de lo irreal. Cuando lo hacemos, todo
nuestro cuerpo se llena de luz porque hemos renunciado a una parte de
nuestro ser que no era de Dios y ésta es la mejor manera de arrojar al
fuego sagrado todo lo irreal.
El
Arcángel Uriel dice que puedes invocar a sus ángeles en cualquier
momento y pedirLes la fortaleza necesaria para terminar una tarea y para
luchar contra todas las fuerzas que se opongan a tu Yo real, a tu
Cristo interior. Uriel ha dicho: «Mis ángeles me acompañan. Traemos la
dulce llama del servicio, la alegre llama que te anima en los momentos
de prueba, en las horas en que la penumbra de las tinieblas desea
producir miedo y duda en tu conciencia».
La llama de la resurrección
Así
como invocas el juicio de tu no yo o de las situaciones negativas que
te rodean, también deberías invocar a Uriel para pedirle su llama de la
resurrección.
Cuando
la llama de la resurrección atraviesa los átomos, las células y los
electrones de nuestro cuerpo, produce renovación, renacimiento,
rejuvenecimiento y restauración. Puedes visualizar la llama de la
resurrección con la iridiscencia de la madreperla.
El
Arcángel Uriel te enseñará a usar la llama de la resurrección para
superar todos tus miedos, ya sean conscientes o inconscientes. Uriel ha
dicho que para lograr la verdadera maestría divina, tenemos que superar
todos los miedos. ¿Te imaginas a alguien que tenga a la vez maestría
divina y miedo? Son mutuamente excluyentes.
«Te
aliento a que cobres ánimo -ha dicho Uriel-Porque cuando contemplas un
miedo, no se te exige que lo hagas desaparecer; no, eso es algo que le
corresponde a la vibrante vida de la llama de la resurrección. Cuando
hablamos de superar el miedo, estamos sencillamente hablando del arte de
permitir que Dios realice su obra perfecta y que uno se deje de aferrar
a la situación.»
Y
el Arcángel Uriel nos ha brindado un ejercicio para lograrlo. «Hay una
postura que nos permite “no aferrarnos” -nos dijo-. Pon una mano encima
de la otra y las dos sobre el corazón; luego suéltalas, abiertas y
relajadas. No cruces las piernas y respira suavemente. Entonces háblale
con dulzura a tu alma y a tu cuerpo, diciendo: “Paz, aquiétate”. Esta
postura refleja la serenidad de un niñito que se siente seguro bajo el
cuidado de su madre.»
Uriel
ha explicado que la llama de la resurrección es como «el cuidado de una
madre», la caricia de una madre. «Incluso -dijo- en el reino animal
podemos ver la ternura del cuidado de las madres: cómo bañan, dan de
comer, enseñan, son el ejemplo y cómo, finalmente, educan a sus pequeños
para que puedan vivir y ser independientes. Así como toda la vida
refleja este cuidado, confía en la llama de la Madre que está en el
centro de la luz de la resurrección y que puede aliviarte de todos los
miedos y de todas las dudas. Todos los días tómate un momento para
descansar, para relajar el cuerpo, la mente, el alma, para
conscientemente destensar todo el organismo. Durante esos momentos de
entrega en los que Dios asume todo el cuidado, deja de aferrarte y
observa cómo todos los escombros del miedo y de la duda son
transmutados, fuego con fuego, y así experimentarás la alegría de la
confianza en ti mismo y de la autoestima.»
Para
consumir todos los miedos y todas las dudas, puedes recitar el mantra
que está a continuación. Puedes ensayar la postura de las manos que he
explicado antes: pon una mano sobre la otra y sobre el corazón y luego
suéltalas y entrégale todo miedo a Dios. Visual iza ahora la llama de la
resurrección a tu alrededor; su color es madreperla iridiscente. A
continuación, háblale a la llama, pues la llama es la presencia de Dios.
Amada llama de resurrección
Amada llama de resurrección,
destella tu luz a través de mí;
amada llama, resucitación,
te canto alabanzas en mi corazón.
Blanco resplandor del Cristo brillante
del fuego de Dios YO SOY,
tu bendita pureza expande
y libérame de erróneos deseos.
Amada llama de resurrección,
elévame y elévame a la altura del Amor;
bendita llama, regeneración,
guía a los hombres con toda tu luz.
YO SOY, YO SOY, YO SOY tu cáliz libre
a través de tu sustancia cristalina clara
todos pueden ver el lirio de la llama
del Cristo de eternidad aparecer.
Brillando, brillando, brillando! (tres veces)
El
Arcángel Uriel nos ha ofrecido, a cada uno, un ángel de sus legiones
para que trabaje con nosotros y nos ayude a experimentar el juicio justo
y verdadero de nuestras almas y de nuestros asuntos. Este ángel nos
ayudará a experimentar el poder de la llama de la resurrección en
nuestra vida personal y en la ciudad en que vivamos. Puedes invocar al
Arcángel Uriel para que resuelva todos los problemas que tenga esa
ciudad.
Si lo deseas, puedes ofrecer una plegaria como la que sigue a modo de aceptación de la ofrenda de Uriel.
Invocación:
Arcángel Uriel,., te llamo ahora: envíame el ángel de tus legiones que has designado para que me ayude en el sexto rayo. Lo pido, y acepto su concesión en este momento y doy mi asentimiento piadoso. Me siento agradecido por este regalo: que uno de tus ángeles me acompañe.
Uriel
también dice que para recibir a este ángel, debes afirmar: «¡En el
nombre YO SOY EL QUE YO SOY, en el nombre del Arcángel Uriel, acepto el
ángel de la resurrección donde YO SOY!»; también asevera que puedes
repetir esta afirmación una y otra vez mientras trabajes con las
legiones del sexto rayo.
Deberíamos
llamar al Arcángel Uriel para que ate y exorcice a los demonios que
perpetúan males como el crimen, la pobreza y la educación deficiente.
Después de haberlo invocado a él y a sus legiones para que pronuncien el
juicio divino sobre las fuerzas del mal, podemos invocar la
purificación de las ciudades con la llama violeta y la llama de la
resurrección.
«Entiende
-dice Uriel- que este poder de la llama de la resurrección, del ángel
de la resurrección y de mi corazón, tiene una misión doble: atar el no
yo, dondequiera que se presente en el interior o en el exterior; y
transmutar el karma de las ciudades y la energía mal calificada de la
gente, para que ese lugar purificado nunca, nunca jamás vuelva a ser
calificado con lo humano.»
La Arcangélina Aurora
nos dice: «Simplemente di mi nombre y pídeme que resuelva los problemas
que surjan en la familia o en la escuela. Invítame a que entre en tu
hogar y me conocerás como el aspecto femenino de la presencia de Uriel,
una presencia que infunde paz. Nuestras soluciones le llegan a quienes
se atreven a mantener un circuito abierto con nuestro corazón».
Para
esto último, es necesario ser intrépido porque si le abres a Uriel el
corazón y el circuito del corazón, eso quiere decir que él va a hacer
que pase a través de ti el poder de la resurrección, el cual puede tener
como objetivo la purificación y la limpieza, pero también tu victoria
final.
«Somos
los siervos de Dios, que habita dentro de ti -dice Aurora-. Estamos
preparados para precipitar los milagros de Dios en respuesta a tu
petición.»
Sophy
Burnham comparte en su libro Book of Angels (<<Libro de ángeles»)
la historia de una mujer cuya hija fue rescatada milagrosamente por los
ángeles. Ella dice que la familia estaba de excursión en las montañas
del estado de Colorado y los niños estaban a orillas de un riachuelo
cuando la pequeña resbaló y cayó al agua. «Oímos gritar a nuestro hijo
-cuenta la mujer-o Al mirar, vimos que una alcantarilla estaba
absorbiendo a nuestra hija.» La niña estaba con la cabeza sumergida,
pero sujetándose a los bordes y entonces su padre logró sacarla. «En el
camino de regreso a casa, yo la estaba abrazando y diciéndole que estaba
orgullosa de que se hubiera sujetado con tanta fuerza. Me miró y dijo:
“Pero mamá, había tres angelitos que me estaban ayudando. Me dijeron que
me sujetara, y entonces me sentí muy fuerte”
Transmuta la autocondenación y la ira: ¡Conviértelas en perdón!
El
Arcángel Uriel nos aconseja que nos concentremos en una sola situación
de nuestra vida que llevemos mucho tiempo esforzándonos por solucionar.
«Sea
cual sea la lucha -nos dice–, ya sea glotonería o avaricia (o algo que
sólo tú y yo conocemos en la intimidad de tu corazón), comienza por
Iibrarte de toda autocondenación que tenga que ver con esa situación.»
Ello
reviste suma importancia. Cuando recurres al corazón de Dios pidiendo
ser restaurado o aceptar el perdón, has de saber que Dios no te condena,
así que no te condenes a ti mismo. No permitas que los ángeles caídos
te condenen, que te atormenten con esa condenación. Ni Jesucristo, ni el
Buda Gautama, ni los ángeles de Dios, nada que sea parte de Dios te
condena. Hay una sola fuente de condenación: el infierno mismo; sólo los
ángeles caídos condenan.
No
tienes por qué tener miedo de Dios, ya que Dios no está aquí para
condenarte ni para criticarte, sino para edificarte y enseñarte. Puede
que Dios te castigue, pero ese castigo es amor, no condenación. Puede
que te asigne una penitencia que sea difícil; tampoco eso es
condenación, es amor: permitir que pagues por los errores según los vas
cometiendo. Pero la condenación no proviene más que de la fuente a la
que antes me he referido, ¡así que échala a patadas!
Hace
poco alguien me preguntó: «¿Tiene la ira alguna justificación?»
Respondí: «No, ningún tipo de ira tiene justificación». Puede que
sientas dentro de ti el calor blanco del fuego de Dios, que es la luz
blanca pura que no respeta ciertas acciones, pero eso no es ira. La ira
es una fuerza que proviene de las entrañas del infierno: nunca jamás
permitas que se exprese por medio de ti. No expreses ira hacia ningún
ser vivo creyendo que está justificada porque alguien ha hecho algo
horrible. Recuerda: «Mía es la venganza; yo daré el pago merecido, dice
el Señor».
No
permitas que tu cuerpo «que es un templo que estás santificando a cada
momento con tus decretos y oraciones» sea profanado por la ira
inconsciente que surge cuando estás afrontando un aspecto difícil de tu
astrología o de tu psicología. Por favor, no te olvides de ello; porque
incurres en mucho karma cuando condenas, criticas y expresas ira en
contra de ti o de tu prójimo.
Así
que lo primero que Uriel quiere que hagas «con ese problema que estás
esforzándote por superar» es librarte de toda la autocondenación que se
relacione con ese problema. En segundo lugar, «has de verte a ti mismo
en tu Gran Realidad Divina, grande como la vida misma, repleto del
Espíritu, y has de ver que este problema no tiene sino un centímetro de
tamaño -nos dice Uriel-. ¡Has de sentir el poder de Dios que está dentro
de ti!»
En
tercer lugar, «forja y reúne en tu corazón, en tus deseos, en tu
voluntad, la determinación que permita la emisión del fíat con la
Palabra habiada desde tu corazón», dice Uriel. y el fíat que el arcángel
nos da es: «¡Gh Dios mío, obtendré la victoria sobre la bestia de mi yo
inferior!»
En
cuarto lugar, el Arcángel Uriel dice: «No suprimas las cosas negativas;
deja que vayan a la llama violeta». Visualiza una maravillosa
corriente, semejante a un río de llama violeta que corre velozmente ante
ti, y entonces saca las cosas negativas y observa cómo son arrastradas
corrientes abajo en la llama violeta. Deja que vayan a la llama mientras
la estás invocando.
El
otro día estaba meditando y decidí que lo mejor para relajarme en ese
momento era imaginar que estaba en caída libre, y estaba cayendo a los
brazos de Dios. Me estaba liberando por completo y me estaba relajando
al máximo desde la cabeza hasta los pies mientras sentía que caía.
Al
cabo de unos minutos, ¿dónde crees que aterricé? Fue una experiencia
maravillosa, aterrice en un mar de llama violeta en el centro de la
Tierra. Era el mar más maravilloso y hermoso que he visto jamás, de
color violeta y morado con zonas de color verde y aguamarina. La
temperatura era perfecta. Había un equilibrio perfecto.
Ésta
es una maravillosa manera de relajarse que puedes practicar durante
diez o quince minutos cuando te sientas agotado y no puedas ni moverte.
Ello forma parte del aspecto que se refiere a no suprimir las cosas
negativas que uno tiene y dejar que vayan a la llama violeta.
Uriel
dice: «La transmutación tiene una lógica propia. Si deseas transmutar,
también has de expiar y sustituir el deseo inferior por el superior».
Tenemos
que escoger cuáles son las cosas -unas cuantas nada más- que de verdad
podemos finalizar en la vida. Pon en el lugar de los deseos inferiores
un solo deseo superior que sabes que puedes «y debes» lograr.
«Así,
reemplaza las actividades y los deseos adversos con nuevas actividades,
con nuevos deseos, nueva alegría, nuevas relaciones y nuevos amigos de
luz -continúa Uriel-. Comienza actividades de unión en las que te juntes
con otros en la lucha por la libertad a favor de quienes necesitan tu
ayuda ahora mismo en tu ciudad natal. Que esta unión alrededor de una
causa reemplace las viejas actividades que satisfacían inmoderadamente
tus deseos. Te encontrarás tan ocupado ayudando a los demás y verás que
te lo pasas tan bien encauzando tu energía en esta nueva y alegre
empresa, que no recaerás en los viejos patrones negativos cuando, una
vez más, las emociones suprimidas exploten en la superficie de la
conciencia.
»En
lugar de sentirte derrotado por el regreso de ese viejo hábito,
vencerás en Dios porque habrás acumulado en tu corazón una determinación
férrea.
Los
buenos hábitos son la vestidura que llevan los santos. Los malos
hábitos son la acumulación de satisfacción inmoderada de los deseos que,
cual mortajas, están sobre los chakras. Vuelve a encauzar la corriente,
invierte el rumbo de tu energía descendente y crea un nuevo cauce,
dirigiendo tu vida por donde quieres que vaya.» No permitas que otros
dicten las condiciones de tu vida. Encáuzala para que vaya exactamente
por donde quieres que vaya.
Uriel
continúa: «Así que es necesario esforzarse, esforzarse con alegría;
pero no es necesario ser un mártir para transmutar el plomo en oro, para
expiar los hechos erróneos y los errores y para sustituir el deseo
inferior con el deseo superior. Estamos aquí para ayudarte. No tienes
más que llamarnos y te lo demostraremos».
Quinta clave de Uriel:
Ofrece devociones a tu Presencia Divina todos los días
La quinta clave que Uriel enseña para producir cambios es ofrecer devociones a la Presencia Divina todos /05 días. El
Arcángel Uriel y sus ángeles han prometido ayudamos a caminar por el
sendero que lleva de regreso al corazón de Dios; y yo estoy aquí para
decirte que los ángeles guardan sus promesas y que no dejarán de
responder a tus peticiones. No tienes más que ponerles a prueba.
Uriel
ha dicho: «No tengo sino una petición que hacerte para que podamos
servirte de la mejor manera posible: que decidas en tu corazón que no
vas a dejar pasar un solo día sin pensar en tu poderosa Presencia Divina
y sin ofrecerle a esta poderosa Fuente de Vida devociones, adoración y
servicio. Pues gracias a esta Presencia Divina podemos penetrar la
oscuridad que te rodea y podemos descender a tu nivel y caminar contigo,
y gracias a esa Presencia puedes ascender a nuestro nivel y estar en
nuestra presencia. Con esta reciprocidad de servicio, con esta
cooperación cósmica, podemos progresar.»
«¡La Presencia de Dios nunca falla!
Y sólo con que te alinees con esta poderosa fuerza, este grandioso
poder divino, dejará de haber separación entre tú y tu Dios, entre tú y
los arcángeles. Pues lo que hace que fracases es el estar separado de
esa realidad divina.»
Es
la separación lo que hace que dudes. Es la separación lo que hace que
tengas miedo. Y yo digo que la separación es una mentira. ¡Nunca ha
existido en la mente y en el corazón de Dios, y no existirá dentro de ti
sólo con que escuches mis palabras en este día y aceptes las grandiosas
dispensaciones de luz que te hemos concedido!»
¡Acéptalas
y únete a la Presencia Divina! Camina por la Tierra siendo un Cristo.
¡Despójate de las vestiduras viejas! ¡Deshazte de ellas y sé
transfigurado en la poderosa llama transfiguradora de la Vida! Todo el
cielo converge en un solo hijo de la luz que decide manifestar su
victoria. Todo el cielo desciende para darle a ese individuo la
totalidad del ímpetu de la luz. Lo único que hace falta es la decisión
que forjas y reúnes en tu corazón, en tus deseos y en tu voluntad.»
Con
ello, doy por finalizadas estas explicaciones sobre este amado ángel.
Espero que gracias a ellas conozcas al Arcángel Uriel lo suficiente como
para hacer que sea parte integrante de tu vida y para que todos los
días le pidas su ayuda.
Las cinco claves del Arcángel Uriel para ayudarle a realizar cambios personales y planetarios
Llama a los siete arcángeles para que llenen tus centros espirituales, es decir, los chakras, con la luz del Cristo Universal.
Aplica la llama violeta a diario y con generosidad.
Aumenta la llama de la paz en tu aura.
Invoca el juicio y la resurrección de Dios.
Tomado del Libro: “Ángeles que Ayuda, El Arcángel Uriel”
Autora: Elizabeth Clare Prophet
DIOS / DIOSA nos bendice y guarda cada día
DIOS / DIOSA hace brillar su rostro sobre todes nosotres y nos concede su Gracia en todo momento
DIOS / DIOSA habita en ti y en Mí
DIOS / DIOSA nos da Paz por siempre…
Les enviamos amor Divino Ilimitado desde la Magna Presencia YO SOY.
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