La palabra es de origen Hawaiano y es una técnica milenaria de meditación que las tribus hawaianas utilizan para la solución de conflictos familiares. La palabra en si comprende la acción y resultado
Ho´o es el verbo hacer que algo suceda.
Pono significa “Correcto”
Pono complementa o refuerza la palabra “Completamente lo correcto”.
Entonces, podemos deducir que es hacer lo correcto, completamente correcto.
La técnica de Ho’oponopono nos permite sanar nuestra mente. Si vemos situaciones desagradables a nuestro alrededor, estarían reflejando áreas de nuestra propia mente que necesitan sanación.
Hemos aceptado la creencia en que hay personas y situaciones “ahí afuera” con las que no estamos unidos y que están fuera de nuestro control. Sólo nos queda intentar cambiarlas o negociar con ellas o adaptarnos.
En cambio esta técnica, Ho’oponopono, propone que somos 100% responsables de todo lo que pasa a nuestro alrededor. Entonces, cada vez que algo desagradable pase a formar parte de nuestras vidas, cualquier suceso o encuentro que nos resulte molesto en cualquier forma, podemos sanar la parte de nuestra mente que lo creó o que lo convocó.
Hay dos formas probadas de ho’oponopono para aliviarte a tí (o a alguien más) de cualquier cosa que tengas. Recuerda que lo que ves en otros está también en tí, por lo que la curación es una auto-curación. Nadie más tiene que hacer estos procesos sino tú. El mundo entero está literalmente en tus manos.
1º.- Ésta es la oración que Morrnah (la creadora de este proceso) dijo para ayudar a aliviar cientos y miles de personas. Es simple pero poderoso:
“Divino creador, padre, madre, hijo en uno…
si yo, mi familia, parientes y antepasados te han ofendido a tí,
tu familia, parientes, antepasados en pensamiento, palabra, obra y acción desde
el principio de la creación hasta el presente, te pedimos perdón…
Deja que esto limpie, purifique, libere, corte todos los recuerdos negativos,
Bloqueos, energías y vibraciones y transmute esas energías no deseadas en luz pura….esta hecho…”
2º.- La manera en que el Dr. Hew Len cura es primero diciendo “lo siento” y “por favor perdoname”. Dices eso para reconocer que algo –sin que sepas qué es- ha entrado a tu cuerpo/mente. No tienes idea de cómo llegó allí, pero no necesitas saberlo tampoco.
Si tienes sobrepeso, simplemente atrapas el programa que te está haciendo así. Al decir “lo siento” le dices a Dios que tú quieres perdón dentro de tí por cualquier cosa que haya traido el sobrepeso a tí. No le pides a Dios que te perdone, le pides a Dios que te ayude a perdonarte.
Después dices, “Te amo” y “Gracias”.
El “Te amo” cambia la energia de estar atorada a fluir. Te reconecta con Dios. Como el estado Cero es de puro amor, y tiene cero limites, estás empezando a obtener ese estado al expresar amor. Cuando a esa frase le sigue un “Gracias” estás expresando gratitud. Muestras tu fé de que el asunto va a ser resuelto de la mejor manera posible.
Lo que ocurra después depende de Dios. Tal vez tengas inspiración para tomar acciones de algún tipo. Lo que sea, hazlo. Si no estas seguro de la acción a seguir, usa el mismo método de curación para quitar tu confusión. Cuando se te aclare, sabrás qué hacer.
LO SIENTO...PERDÓNAME....TE AMO....GRACIAS
HO'OPONOPONO
CON EL HOO´PONOPONO DECIMOS, Existen cuatro tipos de personas en el mundo: Los dormidos: personas que actúan y no piensan, Los analíticos: personas que piensan y no actúan, Los vacíos: personas que están activas constantemente, llenándose siempre de cosas equivocadas, Los completos: personas que trabajan en cambiarse a sí mismos y llenarse de Luz, ah estos sí que son escasos, porque son los despiertos, LOS OTROS, pues los otros están dormidos,
http://www.4shared.com/audio/DQ6UkDto/HOO_PONOPONO_MEDITACION
LO SIENTO, PERDONAME TE AMO, GRACIAS, Por el daño que en su tiempo te pude haber hecho, por las deudas pendientes, TE LIBERO DEL MALTRATO hacia mí, porque entiendo que en otro momento TE lo hice yo a ti, PERDÓN, Por las ofensas mías y de mi familia hacia ti en cualquier tiempo, porque hasta ahora soy consciente de ésta ilusión y la transformo en luz para sanarnos TU Y YO TE AMO, Bendigo tu presencia en mi vida, porque así CÓMO ERES puedo aceptarte y agradecer por la oportunidad de PRESENTARTE FRENTE A MI AQUI
Y AHORA para liberarnos, de reconocer las memorias y de AMARNOS, DE BENDECIRNOS Y REDIMIRNOS, GRACIAS, SER DE MI SER, porque TE AMO, te perdono te dejo en libertad, GRACIAS MIL, GRACIAS ETERNAS, GRACIAS INFINITAS Padre divinidad sana dentro de mí las memorias dolorosas que producen esta reacción, lo siento, perdóname, te amo, gracia, Lo siento por las memorias de dolor que comparto contigo; perdóname por haber unido mi camino al tuyo para sanar heridas, gracias por haber estado aquí para mí en este caminar, TE AMO POR SER QUIEN ERES
MEDITACION CON LA LLAMA VIOLETA http://youtu.be/2sCOO69tiYw
LLAVE SANADORA
https://www.youtube.com/watch?v=LH6-uB6Odgg&feature=youtu.be
http://www.light-weaver.com/slide2/a.html MOVING MANDALAS
1 de septiembre de 2012 | Publicado por Aracelly
http://canalizaciones-del-cielo.blogspot.com.ar/search/label/MEDITACIONES
CÓMO INICIAR EL HO'PONOPONO
Por E. Ontiveros.
"Cuando haces el Ho'oponopono, lo que ocurre es que la Divinidad recoge los pensamientos dolorosos y los neutraliza o los purifica. No se trata de neutralizar o purificar a la persona, el lugar o la cosa. Lo que queda neutralizado es la energía que está asociada a la persona, lugar o cosa. Por lo tanto, la primera fase de Ho'oponopono es la purificación de la energía.
Lo que nos impide tener una vida plena, en la que podamos ejercer nuestros Dones y disfrutar de toda la felicidad que proviene de estar cumpliendo nuestro propósito divino, sin esfuerzo y con levedad, es el hecho de estar cautivos del pasado por los muchos nudos que hemos creado a lo largo de nuestras vidas... A medida que deshacemos esos nudos que nos atan al pasado, podemos estar más enteros y presentes para servir en este momento tan especial del Planeta.
Al hacer el Ho'oponopono tú pides a Dios, a la Divinidad, que limpie y purifique el origen de estos problemas, que son los recuerdos, las memorias. Así neutralizas la energía que asocias a determinada persona, lugar o cosa. Durante el proceso esta energía es liberada y transmutada en pura luz por la Divinidad. Y dentro de ti el espacio que ha quedado vacante se rellena con la luz de la Divinidad. Entonces, en el Ho'oponopono no existe culpa, no es necesario revivir sufrimientos, no importa saber el por qué del problema, de quién es la culpa, o su origen.
En la práctica, lo que hago siempre que algo o alguien me incomoda, es que me acuerdo de que si he atraído aquello para mi realidad... si me he dejado afectar por aquello, se debe a que yo tengo dentro de mí una parte de la cual aquello es un reflejo.
Por ejemplo: si una persona me juzga o me rechaza o es agresiva conmigo, al comprender que de alguna forma aquello se encuentra dentro de mí y es lo que atrae las situaciones externas.
Generalmente cuando somos afectados por alguna situación desagradable, puede ocurrirnos sentir una opresión en el pecho o en la garganta...u otro malestar cualquiera. El Ho'oponopono funciona de forma que no necesitamos pensar sobre lo que estamos liberando, no pasa por la razón.
"Lo esencial es practicar este método lo más posible, inclusive cuando parece que no está pasando nada"
Para problemas financieros, de amor, de cosas que no se resuelven... en fin, sea cual fuere la situación... podemos hacer Ho'oponopono, porque toda situación que nos trae sufrimiento es fruto de las memorias guardadas en el subconsciente y siempre podemos pedir a la Divinidad que limpie esas memorias.
Puedes imaginar la situación que te aflige y preguntar a la Divinidad qué hay en ti que está creando aquel problema... Y continuar de la misma forma, pidiendo a la Divinidad que haga la limpieza.
Si es una situación que envuelve a varias personas, recuerda que las memorias son compartidas por todos y que, a medida que asumes el 100% de la responsabilidad por esas memorias, y pides a la Divinidad que haga la limpieza.... todos van a beneficiarse.
Advertimos el problema y nos sentimos incomodados por él... Lo primero que hacemos es creer en aquel problema. Tú crees porque lo percibes como real... y no tendrías por qué no creer en algo que se ha concretado en tu realidad... puesto que los "síntomas" de aquel problema son bien visibles...
Si es una enfermedad, por ejemplo... una gripe... me lo creo, porque estoy sintiendo todos los malestares y percibiendo los síntomas...
Al creerlo, generalmente lo comparto con otras personas... les digo que tengo la gripe... esas personas lo creen y no tendrían motivo para no creerlo... Al divulgar nuestros problemas, inocentemente, estamos... además de crear nuestra realidad... haciendo que otros nos ayuden en esa creación.
Cuántas veces recordamos y comentamos cosas que han ocurrido hace mucho tiempo... y "creemos en ellas", contándolas con claridad de detalles, porque han quedado grabadas en nuestra memoria.
Casi nunca estamos "nuevos" para una experiencia.
Cuanto mas sabemos de la tecnica mejor la utilizamos en nuestro diario vivir y la idea es estar libre de todo para crear nuestros sueños.
Bendiciones
Más acerca de Ho’oponopono
Ho’oponopono: Lo siento, perdóname, te amo, gracias.
Ho’oponopono es una técnica de resolución de problemas que pone el acento en nuestra propia mente como generadora de las circunstancias que nos toca vivir. Para no extenderme demasiado, lo único que diré aquí acerca de su origen es que era utilizada por los sacerdotes de la antigua cultura hawaiana.
Ho’oponopono propone que somos ciento por ciento responsables de nuestras experiencias, que cada situación que vivimos responde a nuestros propios pensamientos y creencias, en muchos casos inconscientes.
Cualquiera de nosotros estaría naturalmente dispuesto a asumir cierto grado de responsabilidad en muchas de las situaciones de nuestra vida. Por ejemplo, muchas de nuestras experiencias ocurren precisamente porque nosotros mismos decidimos actuar de una determinada manera. Nuestra responsabilidad en esos casos es evidente.
En otros casos, sin embargo, nuestras experiencias son la consecuencia de lo que otras personas hacen, muchas veces sin que hayamos interactuado previamente con ellas. En estos casos normalmente no nos sentimos responsables de lo que sucede.
Y hay otros eventos acerca de los cuales nos resistiríamos todavía más a reconocernos involucrados, tales como el mal tiempo, la marcha económica de nuestro país o la aparición de una nueva enfermedad.
Nuestro “sentido común” nos permite discernir claramente aquellas circunstancias que dependen de nosotros de aquellas que suceden sin que podamos hacer algo por provocarlas o evitarlas.
Sin embargo, Ho’oponopono propone que somos ciento por ciento responsables de cada situación que nos ocurre o que simplemente observamos a nuestro alrededor. Incluso de cualquier evento del que tengamos conocimiento.
Esta idea contradice la lógica más elemental que hemos aprendido y que es normalmente aceptada en nuestra sociedad. Aun así a muchas personas nos ha parecido que el enfoque de Ho’oponopono acerca de la realidad es interesante y útil, y sentimos que la práctica de esta técnica ha cambiado para bien nuestra realidad exterior y también la manera en que pensamos, actuamos y nos relacionamos.
¿Somos responsables de cada cosa que sucede?
A cualquier persona que tome contacto con Ho’oponopono puede parecerle exagerada, o simplemente falsa, la propuesta acerca de que seríamos responsables de todos y cada uno de los eventos que suceden a nuestro alrededor.
Lo que Ho’oponopono afirma obviamente no puede demostrarse. En todo caso quien busque una confirmación racional encontrará todo tipo de argumentaciones lógicas que niegan su responsabilidad sobre muchos hechos o circunstancias que forman parte de su realidad.
Sin embargo, cualquier razonamiento lógico, por más impecablemente que sea planteado, sólo llegará a conclusiones correctas si es que partió de premisas ciertas y verdaderas.
Por ejemplo, las primeras personas que propusieron que la tierra podría ser redonda se enfrentaron a todo tipo de refutaciones lógicas de los “sabios” de la época. Estos argumentos “científicos” sostenían que la tierra debía ser plana, ya que si fuera redonda los océanos se escurrirían por la superficie de la esfera, y los objetos, incluidas las personas, que no estuvieran en la parte “superior” de la esfera, inevitablemente se caerían también. Estos razonamientos eran formalmente correctos e impecablemente lógicos. Pero la conclusión a la que conducían (que la tierra sólo podía ser plana) era falsa porque no se conocía aún la Ley de la Gravitación Universal, que explica que la Tierra ejerce una fuerza dirigida hacia su centro sobre cada objeto en su superficie, y que es esta fuerza la que mantiene a cada cosa en su lugar.
Y aquí es donde podemos intuir que se abre un espacio para plantearnos una duda razonable acerca de nuestro “sentido común” y de nuestras interpretaciones sobre la realidad y su funcionamiento.
Habitualmente aceptamos que la realidad “exterior” no está conectada con nuestro mundo “interior”, sino que es un escenario rígido, sobre el que tenemos muy poco control y al que tenemos que ajustarnos.
Pero podríamos imaginar que la realidad es mucho más flexible y compleja de lo que creemos habitualmente. Que de alguna manera que no nos resulta muy evidente todavía, la realidad que vemos responde constantemente a nuestros pensamientos, creencias y expectativas. Y que todos colaboramos al mismo tiempo en la creación de la realidad, que todos la estamos co-creando.
Ho’oponopono propone que yo soy ciento por ciento responsable de todo lo que sucede en mi realidad, aún de las noticias que recibo a través de la televisión, porque fue mi propia mente la que convocó a todos esos eventos a formar parte de mi realidad.
Una pregunta que surge inmediatamente es: ¿entonces yo soy culpable de todo lo malo que sucede en el mundo? La respuesta, obviamente, es “no”. Es evidente que si yo dejara de estar en este mundo, seguiría habiendo terremotos, guerras y todo tipo de catástrofes.
Pero la práctica de Ho’oponopono sí me permitiría contribuir a mejorar cualquier situación que perciba como un evento desagradable, aunque suceda en un país lejano. Y la vía que Ho’oponopono propone es la sanación de mi propia mente.
Claro que las demás personas también son ciento por ciento responsables por sus propias experiencias. Esto quiere decir que si vemos a nuestro alrededor a alguien que está pasando por una situación difícil, es evidente que no fuimos nosotros los que le creamos ese problema. Esa persona es responsable de su propia realidad, de la misma manera que nosotros somos responsables de la nuestra.
En esos casos nuestra responsabilidad se limita a haber “invitado” a esa persona a formar parte de nuestra realidad. Y esa persona aceptó nuestra “invitación”, por decirlo de alguna manera. El proceso de creación de la realidad es compartido por todos. Sería un verdadero proceso de co-creación.
Sin embargo, cada vez que sanamos una parte de nuestra mente, nuestra evolución individual le sirve además a todas las otras personas. Todos somos uno, nuestras mentes estarían unidas, de manera que cualquier progreso individual es un progreso de todos. Cualquier aspecto de nuestra mente que cada uno de nosotros consigue sanar, es un logro compartido con todos los demás.
Cómo aplicar Ho’oponopono para crear una realidad mejor
Muchas veces actuamos como si la realidad “exterior” no estuviera conectada con nuestro mundo “interior”, como si se tratara de un escenario rígido que sólo podríamos modificar a través de alguna acción. Nuestro sentido común normalmente confirma esta interpretación y tal vez nos sugiera una estrategia o plan de acción para alcanzar nuestras metas, pero sólo aquellas que considera “razonables”, que estima que están a nuestro alcance.
Ho’oponopono, en cambio, propone que cada situación que vivimos responde a nuestros propios pensamientos y creencias. Y que podemos modificar la realidad de manera deliberada, sin tener que ajustarnos a las limitaciones que nuestro “sentido común” (que nuestro ego) pretende imponernos.
Sin ir demasiado lejos, la práctica de la oración, tal como la proponen todas las religiones, es una manera de alterar la realidad desde nuestro interior, a través de una actividad mental. Esto es normalmente aceptado por muchas personas.
Y la práctica de Ho’oponopono es en todo similar a la actividad de orar.
Ho’oponopono puede aplicarse frente a cualquier situación que nos resulte desagradable. Puede ser un conflicto con otra persona, una emoción negativa (angustia, tristeza, ira, rencor), un problema laboral, una carencia material, etc. Incluso puede aplicarse a los problemas de salud, pero sin olvidar que es necesario consultar siempre al médico y seguir al pie de la letra el tratamiento que nos recomiende.
En su forma más sencilla, la práctica de Ho’oponopono consiste en repetir mentalmente “Lo siento, te amo” cuando vemos o experimentamos una situación que nos disgusta.
Al decir “Lo siento, te amo” nos estamos dirigiendo a la Divinidad (a Dios, si nos resulta un concepto más familiar), y le estamos expresando que lamentamos haber utilizado nuestro infinito poder creador para atraer a nuestras vidas una situación desagradable. Y le estamos expresando nuestra gratitud por sanar la parte de nuestra mente que atrajo esa situación.
En vez de sólo decir “Lo siento, te amo”, podemos completar esa sencillísima oración de la siguiente manera: “Lo siento, por favor perdóname, te amo, gracias”. El sentido sigue siendo el mismo: reconocemos nuestra responsabilidad en relación con lo que sucede y agradecemos la sanación de nuestra mente.
Es importante notar que lo que pedimos es que nuestra mente sea sanada. No estamos pidiendo que el problema sea resuelto. Es que de acuerdo a Ho’oponopono, la aparición del problema es la consecuencia de algo que está presente primero en nuestra mente y que requiere ser sanado. En cambio, al orar normalmente pedimos un cambio exterior sin sentirnos necesariamente involucrados en la aparición del problema.
Otro aspecto interesante de la práctica de Ho’oponopono es que no tratamos de identificar qué es lo que hay en nuestra mente que contribuyó a la aparición del problema. Nos limitamos simplemente a pedir a la Divinidad que sane nuestra mente y a expresarle nuestra gratitud.
Desde el pensamiento consciente es bien poco lo que sabemos acerca de la totalidad de nuestra mente. Lo que podemos percibir es sólo el interminable discurso de nuestro ego, esa sucesión de pensamientos que parece no terminar nunca. Pero hay procesos mucho más profundos e inconscientes de los que nada sabemos y que muchas veces nos condicionan y limitan.
Por eso le pedimos asistencia a la Divinidad, porque no podríamos por nosotros mismos identificar y sanar los elementos de nuestra mente que están convocando los problemas que a veces nos toca enfrentar.
Aquí, lo más importante
Dejo para el final lo que considero más importante y que sólo puede entenderse bien luego de tener una visión general de Ho’oponopono.
Para que haya un cambio real en nuestras vidas debe haber un cambio emocional profundo en nuestras mentes y en nuestros corazones.
No es muy realista creer que si aplicamos Ho’oponopono o cualquier otra técnica de manera mecánica o rutinaria, se producirán automáticamente cambios importantes en nuestra realidad de cada día.
Hay dos emociones muy importantes que Ho’oponopono nos ayuda a desarrollar y sostener: arrepentimiento y gratitud.
Frente a cada situación desagradable que nos toque enfrentar debemos sentir verdaderamente que la hemos atraído a nuestras vidas. Debemos experimentar realmente esa emoción. La llamo aquí arrepentimiento, a falta de una palabra mejor. Pero a toda costa quiero evitar cualquier confusión con la culpa o los remordimientos.
Pero si le estamos pidiendo perdón a la Divinidad es que sí cometimos un error. Y al pedirle perdón es imprescindible sostener por un momento en nuestra mente la idea de que las cosas salieron mal debido precisamente a ese error que cometimos.
Al pedir perdón debemos comprender que teníamos otras opciones. Y es natural que lamentemos que las cosas nos hayan salido involuntariamente mal, sin que esto nos conduzca a sentirnos culpables.
Algunas ideas simples nos pueden ayudar a sostener el arrepentimiento sin caer en la culpa. Es evidente que todos estamos embarcados en un proceso de aprendizaje y evolución, por lo que estos errores, aunque se repitan una y otra vez, son inevitables. Entonces no hay razón para sentirnos culpables. Y además, la culpa no está justificada en estos casos porque no hemos obrado mal de manera intencional, sino que normalmente son aspectos inconscientes de nuestra mente, sobre los que no tenemos control, los que atraen situaciones desagradables a nuestras vidas, sin que nosotros hayamos aprendido aún cómo evitar este proceso.
La otra emoción muy importante que debemos experimentar al practicar Ho’oponopono es la gratitud.
Le damos las gracias a la Divinidad por la sanación de nuestra mente (¡nada menos!).
Pero también podemos sentir gratitud por la oportunidad que se nos presentó, en la forma de un problema, para poder evolucionar.
Nuestra vida rápidamente comenzará a reflejar, con hechos concretos y felices, los cambios positivos que sucedan en nuestra mente. Y cada novedad feliz en nuestras vidas será algo muy fácil de agradecer. ¡Ojalá no nos olvidemos de hacerlo!
Y podemos también agradecer profundamente el haber recuperado la capacidad olvidada de crear una vida mejor, de manera consciente y deliberada, para nosotros, para nuestros seres queridos y para todas las personas que nos rodean.
Axel Piskulic
Poster de Ho'oponopono, por Al McAllister
La ilustración es de Al McAllister
http://www.amarseaunomismo.com/hooponopono/?utm_source=Amarse+a+uno...
PASOS PARA USAR EL HOPONOPONO
Aunque es muy efectivo es realmente sencillo de usar y de incorporar en nuestra rutina diaria. En el momento que usted nota dentro de sí algo incómodo en relación a una persona, lugar, acontecimiento o cosa, inicie el proceso de limpieza, pida a Dios: “Divinidad limpia en mí lo que está contribuyendo para este problema.”
Entonces use las frases de esta secuencia: “Lo siento mucho. Perdóname. Te amo. Estoy agradecido”, varias veces, usted puede destacar solo alguna de ellas que le llegue mas en aquél momento y repetirla. Deje a su intuición guiarle.
Cuando usted dice “Lo siento mucho” usted reconoce que algo (no importa saber el qué) penetró en su sistema cuerpo/mente. Usted quiere el perdón interior por lo que le trajo aquello.
Al decir “Perdóname” usted no está pidiendo a Dios que le perdone, usted está pidiendo a Dios que le ayude a perdonarse.
“Te amo” transmuta la energía bloqueada (que es el problema) en energía fluyendo, le vuelve a unir al Divino.
“Gracias” o “Estoy agradecido” es su expresión de gratitud, su fe en que todo será resuelto para el bien mayor de todos los involucrados.
Antes de salir de casa, pida a Dios que: “Limpie lo que hay en usted o que pueda ser la causa de algún conflicto o problema en el camino del trabajo”, (por ejemplo).
Durante su día, al sentir cualquier malestar, o sentimiento ruin, que le traiga algún recuerdo, o no, únase a ese sentimiento “ruin” y pida a Dios que limpie las memorias que lo están generando. Una frase muy útil es pensada así: “¡Mis memorias las Amo! ¡Estoy agradecido por la oportunidad de liberarlas a ustedes y a mí!”. Siga con las frases (o frase) por el tiempo que quiera. El cambio es notable.
En situaciones difíciles, donde usted puede sentirse desamparado (o desamparada), cuando sus emociones están en desequilibrio y los pensamientos fluyen desordenadamente generando más aflicción, haga la oración de Morrnah... Oración que abarca a todo y todos, en un verdadero bálsamo espiritual:
“Divino Creador, padre, madre, hijo todos en uno… Si yo, mi familia, mis parientes y antepasados ofendieron, a tu familia, parientes y antepasados en pensamientos, palabras, hechos y acciones desde el inicio de nuestra creación hasta el presente, nosotros pedimos tu perdón… Deja que esto se limpie, purifique, libere, corta todas las memorias, bloqueos, energías y vibraciones negativas y transmuta estas energías indeseables en pura luz… Y así se ha hecho”.
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