viernes, 2 de junio de 2017

LOS NIÑOS DE LAS ESTRELLAS Parte V por Daniel Jacob

LOS NIÑOS DE LAS ESTRELLAS
por Daniel Jacob
Extracto de la Parte 5 - ¿CON TRASTORNOS DE CONDUCTA?

Por Daniel Jacob
Traducción: Susana Peralta
Publicado en la Revista Electrónica PlanetLightworker



LOS NIÑOS DE LAS ESTRELLAS QUE ESTÁN CRECIENDO justo debajo de nuestras narices están dotados intelectualmente y son más astutos de lo que se podría creer. Lo que les falta a muchos de ellos es auto-estima que pueda activar ese montón de potencial congelado en algo tangible y útil en el mundo actual.

Los que conforman la sociedad y se mueven hacia la “respetabilidad”, son esencialmente criaturas salvajes que simplemente se someten a las restricciones externas. Esto requiere la construcción de muros internos de protección para proteger el santuario interno de la Conciencia de los Niños de las Estrellas, el lugar donde las motivaciones se almacenan y alimentan. Los que descubren que simplemente no se pueden “vender” para seguir adelante, se vuelven lo que los psicólogos llaman “(niños) con trastornos de conducta”


Toda esta idea del proceso de una enfermedad llamada “trastorno” fue inventada por hombres y mujeres que se ganan la vida definiendo y cambiando las actitudes y acciones de otros. Muchas de las premisas básicas y las técnicas para el cambio utilizadas por estos terapeutas y doctores están cimentadas en un paradigma extremadamente masculino (altamente lógico) que sostiene la creencia básica de que el orden equivale a la felicidad. En semejante sociedad desequilibrada, todos se esfuerzan en lo posible para convertirse en “normales” o seguir siéndolo.



CONCIENCIA META-NORMAL
Los Niños de las Estrellas son cualquier cosa menos normales, y declararán de inmediato que el orden no es su mayor prioridad en la vida. Cualquiera que le eche una mirada al cuarto o apartamento de un Niño de las Estrellas lo podrá verificar. En su mayoría, buscan la invocación de la pasión, aunque el término mismo no pueda tener significado para ellos. Para la mente adulta, la pasión equivale a la lujuria o a una carga intensa de emoción. Sin embargo, para la mente más joven la fuerza gobernante en la vida se vuelve cualquier mezcla única de mente y emoción que pueda ser compactada y destilada en una copa alta de AHORA líquido. 

El Momento del Ahora es un elemento extremadamente poderoso en la vida de un Niño de las Estrellas. Él o ella harán casi cualquier cosa por activar y sostener ese enfoque. Un Espíritu Guía, Maestro mío, resumió todo el asunto así: “El Momento del Ahora es un vehículo Multidimensional que puede llevar a una persona a cualquier parte y en cualquier momento que lo desee. La única cosa que debe recordar es que debe mantener sus manos y pies dentro del automóvil.” La conciencia mental, o foco de atención, en la mente de un Niño de las Estrellas equivale al cursor de un mouse que accede a una red de computación vasta y llena de recursos. Para hacer que funcione el sistema, debe haber una inversión del sí mismo al cien por ciento en-el-momento. 

En tanto muchos de sus padres han aprendido a estar cómodos al comprometerse tibiamente en tareas o metas, un Niño de las Estrellas no puede funcionar de esa manera. Y tampoco puede poner en marcha su meta-sistema gracias a un acto deliberado de la voluntad. Una actividad que no tiene sentido para el joven, pero que le es impuesta, sólo atascaré el sistema y matará su sentido de auto-estima.
Una vez que se abre un “archivo” en la meta-mente, y se establece un “enlace” respecto a una situación o individuo que les interesa, se vuelven libres para empeñarse en múltiples tareas, al traer la carga de toda clase de conocimiento y recursos para hacer una conexión completa. 

En algún lugar, dentro de algún “administrador de programas” que coteja y mezcla todo el input (lo que ingresa) involucrado en cada interacción genuina, se produce una vibración que semeja ligeramente el hacer malabarismos, excepto que las bolas que están girando en el aire en realidad son tonos de energía. Es por eso que la música juega un papel tan importante en la vida del Niño de las Estrellas. Los que trabajan con Niños de las Estrellas completamente funcionales (y a menudo con trastornos de conducta), observan que ellos tienden muchas veces a cantarse inconscientemente a los demás cuando están trabajando, estudiando o sólo sentados juntos. Aunque los modelos a menudo están presentes, en lo que respecta a cómo son procesados y utilizados estos tonos por el Niño de las Estrellas, tal modelo puede ser muy elusivo al ojo de un adulto. Esto ocurre porque la Energía del Caos es un componente primordial requerido para procesar la información dentro de la mente de los meta-humanos. El Factor de Caos produce un medio ambiente interior donde “la libertad de pensamiento” es más importante que “la claridad de pensamiento”. 



PENSAMIENTO GRUPAL
Hablar con un grupo de Niños de las Estrellas es estar rodeado por una fuerza, una ola de energía y curiosidad. Generalmente, no invitan a los “adultos”. Esto se debe a que ellos quieren brindarles “lecciones” y “enseñanzas” acerca de lo que esos chicos deberían ser o lo que deberían pensar. Los adultos razonan que su experiencia debería habilitarlos a predicar acerca de lo que está sucediendo y adónde deberían ir las cosas. A decir verdad, un Niño de las Estrellas generalmente no está interesado en ninguna otra experiencia excepto la suya (o las experiencias de unos pocos amigos íntimos).

Sin embargo, cuando hay personas mayores que se las arreglan para ser aceptadas, el suceso no es de los que se olvidan pronto. La generación entera que vino con los Cometas, así como los que vinieron después, está equipada con el software interno para acceder a un nivel de Unidad llamado “Pensamiento Grupal”. Esta es la misma frecuencia de vibración que tienen la capacidad de contactar todas las personas oprimidas o acosadas cuando están viviendo bajo la tiranía.

La Mente Unificada es un ejemplo de “la mentalidad de la colmena” traducida a la forma humana. De cierto modo, es como la Red de Computación para un gran conglomerado de negocios. Un espectador interesado puede pedir su inclusión en el sistema y automáticamente ser capaz de tener acceso y/o intuir la agenda total del grupo en ese lugar, siempre que él o ella conozca las contraseñas apropiadas. 

CONEXIONES RELIGIOSAS
Si hay algunas conexiones religiosas profundas que tiendan a ser favorecidas por los más conscientes (y muchas veces catalogados como trastornados) Niños de las Estrellas, las dos que parecen predominar son Wicca (religión de los druidas) y Paganismo. El enfoque profundo de estas creencias en la Tierra y la natural libertad de expresión (especialmente la sexualidad) es muy atrayente para estas nuevas mentes jóvenes. 

Contrariamente al pensamiento común, un Niño de las Estrellas plenamente funcional y despierto probablemente no sea promiscuo en la forma en que algunos Baby Boomers han llegado a considerar al término. Hay un profundo respeto por la sinceridad y la honestidad en las conexiones personales y, desde su punto de vista, el dogma no tiene realmente ningún lugar en el proceso.

La forma de remover el “trastorno” de las relaciones de esta gente joven no es imponerles los mismos edictos y dogmas que se tragaron sus padres. Eso no funcionará en absoluto. Lo que el Niño de las Estrellas necesita es estar completamente despierto a quién es y a qué vino a hacer aquí. Necesitan espacio y estímulo para hacerlo. Una vez que la naturaleza intuitiva está en línea e intacta, todo se encamina maravillosamente, aunque no siempre como nosotros esperaríamos.


Otro elemento emocionante de la existencia del Niño de las Estrellas es que muchas veces tiene un estilo de vida nocturno, prefiriendo dormir durante al menos la primera parte de las horas diurnas (mientras otros están ocupados trabajando) y trabajar/jugar hasta avanzadas las primeras horas de la mañana. Esto puede ser visto como una distinción de honor contra-cultural por ellos, una clase de “mini victoria” sobre la sociedad constituida que se ha vuelto tan interesada en silenciar lo distintivo de sus puntos de vista.

No es de sorprender que muchos Niños de las Estrellas se interesen tanto por las computadoras. El auge de la computación y de Internet ha hecho que la vida nocturna sea algo deseable y accesible. A las personas de las computadoras a menudo se las apoda “vampiros," subrayando los flujos intuitivos de energía que ocurren durante el ascenso y tránsito de la luna. Aunque el único jugo rojo que probablemente se vea circundando los labios de los nerds (tontos) de la computación sean restos de salsa de tomate de una pizza del día anterior, los paralelos en el modo de vida han convertido a gran parte del ciberespacio en una especie de Nueva Transilvania

FASCINADOS CON LA MUERTE
Los vampiros tienen una atracción simbólica muy poderosa para algunos de los Niños de las Estrellas más conscientes y despiertos. En la literatura, a los vampiros se los llama “Los No Muertos” (The Undead). De mil maneras, el vampiro parece desear y buscar ardientemente luego de la muerte. En una escena del “Drácula” clásico original de 1931, al Príncipe de Villainy se le oye decir: “Morir. Estar realmente muerto. Eso debe ser glorioso.” En tales casos, la muerte no parece buscarse necesariamente como un vehículo para traer paz a la experiencia de un vampiro. Más bien, parece ser la “liberación” final del ego físico hacia lo que él o ella viaja a través del tiempo y la eternidad. 

Los Niños de las Estrellas que apenas están despiertos a quiénes son, o que son severamente introvertidos, anhelarán la muerte (la transformación) en alguna parte de su ser. Algunas veces se comprometerán en actos de violencia contra la sociedad, o habrá rasgos exteriorizados de no-conformidad y conducta excéntrica. También darán rienda suelta al uso descuidado de drogas (que a veces es la única forma que tienen de silenciar las voces dentro de sus cabezas), y asociarse en pandillas y organizaciones abrasivas o de desorganización política.

AUTOEROTISMO
En cierto modo, la fascinación con la muerte y el peligro es verdaderamente una forma de auto estimulación a gran escala. En parte es producida por el aburrimiento que se ha convertido en rabia congelada. Una amenaza de inminente fatalidad o destrucción se considera la emoción máxima desde hace rato. Desdichadamente, también puede ser lo máximo en desintegración.

Los Niños de las Estrellas todavía están ampliamente conscientes de su conexión con la eternidad, aunque residan en cuerpos físicos aquí y ahora. En la sociedad celta y en la religión de los Druidas, había poca diferencia entre el mundo físico y otros niveles de existencia. Los sacrificios humanos durante esa época eran bastante comunes y se perpetraban para probar cuán seguro estaba el sujeto de su reciclaje y regreso a la forma física. Ya sean de la primera ola, de la segunda o lo que sea, muchos de ellos están clamando por dentro por algo que tenga significado y sea eterno al cambio en este mundo en el que vivimos. 

También es cierto que algunos de nuestros preciosos Niños de las Estrellas morirán frente a nuestros ojos. Cuando se vayan, algunos de ellos orquestarán cosas para que muchos corazones y mentes se abran plenamente con su deceso. Si no pueden enseñarnos estando vivos, entonces sus lecciones serán entregadas con su muerte. Nosotros los padres debemos DESPERTAR, despertar… y no perder el florecimiento de nuestro propio y juvenil Niño de las Estrellas. ¿Por qué no largar todo por la borda, dejar la oficina más temprano y espiar a esta gente dotada y “mirarlos” en silencio cuando menos lo esperan? 

Debemos recordar, también, que la mayoría de estos chicos no entiende tampoco este proceso completo. Por lo tanto, no debemos asustarlos con una atención exagerada. Una actitud equilibrada, casual y sin embargo inquisitiva parece funcionar mejor en este momento.


 © Daniel Jacob
Título en inglés: The Star Children
Publicado en la revista virtual PlanetLightworker
Why are they called "Star Children?" http://reconnections.net/why_are_they_called.htm
Traducción: Susana Peralta
Sitio oficial de Daniel Jacob en español www.manantialcaduceo.comar/libros.htm


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Traducción: Susana Peralta

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