QUE SIGNIFICA VIVIR CONCIENTE
POR SUZANE POWELL
Conciencia significa que eres completamente consciente de cualquier cosa que esté ocurriendo en ese momento. Tú estás presente. Si tú estás presente cuando surge la ira, la ira no puede surgir. Solo puede ocurrir cuando estás completamente dormido. Cuando estás presente, se inicia inmediatamente una transformación en tu ser, porque cuando tú estás presente, consciente, muchas cosas simplemente no son posibles. Así pues, de hecho solo existe un pecado, que es la inconsciencia
Lo único que hay que aprender es a estar vigilante.
¡Vigila!
Vigila todas tus acciones.
Vigila todos los pensamientos que pasan por tu mente.
Vigila todos los deseos que se apoderan de ti.
Vigila incluso los pequeños gestos: andar, hablar, comer, tomar un baño. Sigue vigilándolo todo. Deja que todo se convierta en una oportunidad para vigilar.
No comas mecánicamente, no te limites a engullir. Mantente muy alerta. Mastica bien y no dejes de estar alerta... y te sorprenderá lo mucho que te has perdido hasta ahora, porque cada bocado te proporcionará una enorme satisfacción. Si comes vigilantemente, la comida será más sabrosa. Incluso la comida vulgar sabe bien si estás alerta; y si no lo estás, ya puedes comer la comida más sabrosa, que no tendrá sabor porque no hay nadie que lo advierta. Simplemente, seguirás engullendo. Come despacio, con atención; cada bocado hay que masticarlo y saborearlo.
Huele, toca, siente la brisa y los rayos de sol. Mira la luna conviértete en un estanque callado y, vigilante, y la luna se reflejará en ti con enorme belleza.
Muévete por la vida manteniéndote en constante vigilancia. Se te olvidará una y otra vez. No te atormentes por ello; es natural. Durante millones de vidas, nunca has intentado estar alerta, así que es lógico y natural que te olvides una y otra vez. Pero en cuanto te acuerdes, vuelve a vigilar."
Dijo Heráclito:
Los hombres son tan olvidadizos y descuidados
de lo que ocurre a su alrededor
en sus momentos de vigilia
como cuando están dormidos.
Tontos, aunque oyen
son como los sordos.
A ellos se les aplica el adagio
de que cuando están presentes
están ausentes.
Uno no debería actuar ni hablar
como si estuviera dormido.
Los despiertos tienen un mundo en común,'
los durmientes tienen un mundo privado cada uno.
Lo que vemos cuando estamos despiertos es la muerte; cuando estamos dormidos, vemos sueños.
SUZANE POWELL
Huele, toca, siente la brisa y los rayos de sol. Mira la luna conviértete en un estanque callado y, vigilante, y la luna se reflejará en ti con enorme belleza.Muévete por la vida manteniéndote en constante vigilancia. Se te olvidará una y otra vez. No te atormentes por ello; es natural. Durante millones de vidas, nunca has intentado estar alerta, así que es lógico y natural que te olvides una y otra vez. Pero en cuanto te acuerdes, vuelve a vigilar.
Recuerda una cosa: cuando recuerdes que te has olvidado de vigilar, no te pongas triste, no te arrepientas; si lo haces, estarás perdiendo el tiempo otra vez. No te sientas miserable: «Me he vuelto a perder.» No empieces a sentir «soy un pecador». No empieces a condenarte, porque eso es una pura pérdida de tiempo. ¡Nunca te arrepientas del pasado! Vive en el momento. Si te has olvidado, ¿qué más da? Era natural. Se ha convertido en un hábito y los hábitos son difíciles de extirpar. Y no se trata de hábitos adquiridos en una sola vida; son hábitos asimilados durante millones de vidas. Así pues, si eres capaz de mantenerte alerta aunque solo sea unos minutos, puedes estar agradecido. Incluso esos pocos minutos son más de lo que cabía esperar.
Está vigilante. Tiene claridad.Y cuando vigilas, surge la claridad.
Por qué surge claridad de la vigilancia? Porque cuanto más alerta estás, más disminuyen todas tus prisas. Te mueves con más gracia. Cuando estás alerta, tu mente parlanchina parlotea menos, porque la energía que se dedicaba a parlotear se dedica a la vigilancia y se convierte en vigilancia. ¡Es la misma energía! A partir de ahí, cada vez es más la energía que se transforma en vigilancia, y la mente no recibe su ración. Los pensamientos empiezan a adelgazar, empiezan a perder peso. Poco a poco empezarán a morir. Y cuando los pensamientos empiezan a morir, surge la claridad. Ahora tu mente se transforma en un espejo.
Osho--libro conciencia
Los cuatro fundamentos de la Atención Plena, explicados en el Maha Satipatthana Sutta, son la enseñanzas originales que Buda impartió para la practica de introspección (Vipassana) son:
1. Observar el cuerpo en el cuerpo. Observar en el cuerpo significa ver aquello que hace que el cuerpo se mueva. El movimiento es rupa, la parte que se mueve esta en el cuerpo, también es una rupa y la mente hace que se mueva. Al observar los movimientos se puede ver la actividad de la mente (nama) que realiza la acción. Asimismo, se puede captar la intención (nama de lo mental) que impulsa a la mente a actuar.
2. Observar las sensaciones en las sensaciones. Observar el apego a las sensaciones (agradables, desagradables neutras).
3. Observar la mente en la mente. Observar la atracción, la repulsión la indiferencia que aparece en el pensamiento.
4. Observar los objetos mentales en los objetos mentales. Observar el apego en lo mental (alegría, apatía, preocupación, calma, duda, inquietud, cualquier otra actitud mental).
Al trabajar con los cuatro fundamentos y Noble óctuple sendero, el meditador elimina la atracción y repulsión hacia los objetos y balancea la confianza, la energía, la concentración, la atención plena y la sabiduría.
Sarvavita.
¡Vigila!
Vigila todas tus acciones.
Vigila todos los pensamientos que pasan por tu mente.
Vigila todos los deseos que se apoderan de ti.
Vigila incluso los pequeños gestos: andar, hablar, comer, tomar un baño. Sigue vigilándolo todo. Deja que todo se convierta en una oportunidad para vigilar.
No comas mecánicamente, no te limites a engullir. Mantente muy alerta. Mastica bien y no dejes de estar alerta... y te sorprenderá lo mucho que te has perdido hasta ahora, porque cada bocado te proporcionará una enorme satisfacción. Si comes vigilantemente, la comida será más sabrosa. Incluso la comida vulgar sabe bien si estás alerta; y si no lo estás, ya puedes comer la comida más sabrosa, que no tendrá sabor porque no hay nadie que lo advierta. Simplemente, seguirás engullendo. Come despacio, con atención; cada bocado hay que masticarlo y saborearlo.
Huele, toca, siente la brisa y los rayos de sol. Mira la luna conviértete en un estanque callado y, vigilante, y la luna se reflejará en ti con enorme belleza.
Muévete por la vida manteniéndote en constante vigilancia. Se te olvidará una y otra vez. No te atormentes por ello; es natural. Durante millones de vidas, nunca has intentado estar alerta, así que es lógico y natural que te olvides una y otra vez. Pero en cuanto te acuerdes, vuelve a vigilar."
Dijo Heráclito:
Los hombres son tan olvidadizos y descuidados
de lo que ocurre a su alrededor
en sus momentos de vigilia
como cuando están dormidos.
Tontos, aunque oyen
son como los sordos.
A ellos se les aplica el adagio
de que cuando están presentes
están ausentes.
Uno no debería actuar ni hablar
como si estuviera dormido.
Los despiertos tienen un mundo en común,'
los durmientes tienen un mundo privado cada uno.
Lo que vemos cuando estamos despiertos es la muerte; cuando estamos dormidos, vemos sueños.
SUZANE POWELL
Vigila tus pensamientos
Lo único que hay que aprender es a estar vigilante.
¡Vigila! Vigila todas tus acciones. Vigila todos los pensamientos que pasan por tu mente. Vigila todos los deseos que se apoderan de ti. Vigila incluso los pequeños gestos: andar, hablar, comer, tomar un baño. Sigue vigilándolo todo. Deja que todo se convierta en una oportunidad para vigilar.No comas mecánicamente, no te limites a engullir. Mantente muy alerta. Mastica bien y no dejes de estar alerta... y te sorprenderá lo mucho que te has perdido hasta ahora, porque cada bocado te proporcionará una enorme satisfacción. Si comes vigilantemente, la comida será más sabrosa. Incluso la comida vulgar sabe bien si estás alerta; y si no lo estás, ya puedes comer la comida más sabrosa, que no tendrá sabor porque no hay nadie que lo advierta. Simplemente, seguirás engullendo. Come despacio, con atención; cada bocado hay que masticarlo y saborearlo.Lo único que hay que aprender es a estar vigilante.
Huele, toca, siente la brisa y los rayos de sol. Mira la luna conviértete en un estanque callado y, vigilante, y la luna se reflejará en ti con enorme belleza.Muévete por la vida manteniéndote en constante vigilancia. Se te olvidará una y otra vez. No te atormentes por ello; es natural. Durante millones de vidas, nunca has intentado estar alerta, así que es lógico y natural que te olvides una y otra vez. Pero en cuanto te acuerdes, vuelve a vigilar.
Recuerda una cosa: cuando recuerdes que te has olvidado de vigilar, no te pongas triste, no te arrepientas; si lo haces, estarás perdiendo el tiempo otra vez. No te sientas miserable: «Me he vuelto a perder.» No empieces a sentir «soy un pecador». No empieces a condenarte, porque eso es una pura pérdida de tiempo. ¡Nunca te arrepientas del pasado! Vive en el momento. Si te has olvidado, ¿qué más da? Era natural. Se ha convertido en un hábito y los hábitos son difíciles de extirpar. Y no se trata de hábitos adquiridos en una sola vida; son hábitos asimilados durante millones de vidas. Así pues, si eres capaz de mantenerte alerta aunque solo sea unos minutos, puedes estar agradecido. Incluso esos pocos minutos son más de lo que cabía esperar.
Está vigilante. Tiene claridad.Y cuando vigilas, surge la claridad.
Por qué surge claridad de la vigilancia? Porque cuanto más alerta estás, más disminuyen todas tus prisas. Te mueves con más gracia. Cuando estás alerta, tu mente parlanchina parlotea menos, porque la energía que se dedicaba a parlotear se dedica a la vigilancia y se convierte en vigilancia. ¡Es la misma energía! A partir de ahí, cada vez es más la energía que se transforma en vigilancia, y la mente no recibe su ración. Los pensamientos empiezan a adelgazar, empiezan a perder peso. Poco a poco empezarán a morir. Y cuando los pensamientos empiezan a morir, surge la claridad. Ahora tu mente se transforma en un espejo.
Osho--libro conciencia
ATENCION PLENA
Los cuatro fundamentos de la Atención Plena, explicados en el Maha Satipatthana Sutta, son la enseñanzas originales que Buda impartió para la practica de introspección (Vipassana) son:
1. Observar el cuerpo en el cuerpo. Observar en el cuerpo significa ver aquello que hace que el cuerpo se mueva. El movimiento es rupa, la parte que se mueve esta en el cuerpo, también es una rupa y la mente hace que se mueva. Al observar los movimientos se puede ver la actividad de la mente (nama) que realiza la acción. Asimismo, se puede captar la intención (nama de lo mental) que impulsa a la mente a actuar.
2. Observar las sensaciones en las sensaciones. Observar el apego a las sensaciones (agradables, desagradables neutras).
3. Observar la mente en la mente. Observar la atracción, la repulsión la indiferencia que aparece en el pensamiento.
4. Observar los objetos mentales en los objetos mentales. Observar el apego en lo mental (alegría, apatía, preocupación, calma, duda, inquietud, cualquier otra actitud mental).
Al trabajar con los cuatro fundamentos y Noble óctuple sendero, el meditador elimina la atracción y repulsión hacia los objetos y balancea la confianza, la energía, la concentración, la atención plena y la sabiduría.
Sarvavita.
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