Pamela canaliza a María
Soy María quien les habla. Hoy los invito a sumergirse en la energía de este espacio donde los ángeles se reúnen para aligerar su fatiga y pesadez.
Ustedes mismos
han sido ángeles en el pasado, en el fondo aún lo son. Desde el núcleo
de su ser corre un canal hacia el reino angélico. Los ángeles
representan una gran energía esencial, mucho más refinada y suave que la
realidad terrenal con su densidad y pesadez. Ábranse a esa energía de
ángel que puede parecer tan lejana, sin embargo es capaz de llegar a
ustedes a través del tiempo y del espacio infinito. Ustedes son un ángel
en su corazón.
Permitan que la
suavidad y el confort del reino angélico fluyan hacia su aura, y que
rodee su cabeza, sus hombros, su corazón, y se aquiete ahí. Luego dejen
que esa energía suave de color rosa fluya a través de su estómago y de
su abdomen. Sientan cómo todo lo que está cansado y pesado en el área de
su estómago y abdomen es tocado por esto. Pequeñas chispas de luz con
todos los colores del arcoíris danzan alrededor y a través de su abdomen
y los hacen sentir felices y despreocupados. Ellas les hacen recordar
la dimensión sin tiempo de la cual vienen.
Ahora, mientras
la energía de ángel fluye hacia sus caderas y muslos, hacia sus
rodillas, pantorrillas y tobillos, presten especial atención a permitir
que la energía fluya a través de sus pies. En el medio de sus pies la
energía encuentra una apertura que crea un canal hacia la Tierra. En las
profundidades de su ser la Tierra también es un Ángel, un hermoso ángel
que ahora está encarnado en el cuerpo de la Tierra. Sientan cómo este
ángel, que es la Tierra, tiene el enorme poder de apoyarlos y de
proveerles fuerza, seguridad y estabilidad.
Sientan cómo
ustedes están incluidos en un círculo de amor de la Tierra y del Cielo.
Dejen que estas energías hagan su trabajo y que apaciblemente los rodeen
y ríndanse a ellas. Ustedes no tienen que trabajar para ellas o pensar
acerca de ellas. Son energías que siempre los acompañan, y ambas pertenecen a ustedes.
Permitan que la sanación fluya hacia los lugares de su cuerpo y de su
mente que más necesitan sanación. Y nunca olviden que ustedes son una
parte de esa dimensión libre, sin tiempo, en la cual moran los ángeles.
Ustedes han
venido a la aventura de la vida en la Tierra por propia voluntad. Pero
siempre que se sientan pesados es importante que se retiren a la
dimensión sin tiempo para recordar quiénes son realmente ustedes y por
qué vinieron aquí, lo cual es para aprender, para tener aventura y para
experimentar todo tipo de cosas. Está destinado a ser una aventura alegre.
Llegado el
momento en que ser un ser humano se vuelve demasiado para ustedes, muy
pesado, no duden en probar de nuevo aquella dimensión angelical para
contento de su corazón y para tomar ahí una respiración profunda. Ustedes no tienen mucho que hacer; pueden soltar toda la lucha, el esfuerzo, el trabajo –suéltenlo.
La intención es que respiren profundamente desde ese reino de los
ángeles, para que vuelvan a estar inspirados a bajar algo de aquel
Ángel-Cielo aquí a la Tierra. Ése es su verdadero trabajo, y no las
muchas ansiedades, preocupaciones, planes y organización de cosas que
son parte de estar “ocupado” en la esfera terrenal. No, su verdadero
trabajo es rendirse a las energías sutiles de quienes ustedes realmente
son, las cuales no están atadas al tiempo y al espacio. Ése es el
trabajo de luz, y cuando ustedes hagan eso notarán que la vida en la
Tierra se vuelve literalmente más liviana, menos pesada.
Hoy
discutiremos el tema “dinero y abundancia”.
Los invito a mirar el tema desde la perspectiva de su relación personal con la Tierra. La intención de su encarnación es que experimenten alegría al estar presentes en la Tierra. Su regalo a la Tierra es que estén aquí, que hayan venido desde el reino angelical, desde el Cielo, para revelar y dar su belleza, su amor, su pureza a todos aquellos que vivan en la Tierra – ése es su regalo.
Los invito a mirar el tema desde la perspectiva de su relación personal con la Tierra. La intención de su encarnación es que experimenten alegría al estar presentes en la Tierra. Su regalo a la Tierra es que estén aquí, que hayan venido desde el reino angelical, desde el Cielo, para revelar y dar su belleza, su amor, su pureza a todos aquellos que vivan en la Tierra – ése es su regalo.
La realidad de
la Tierra, en la cual ustedes están presentes, los reconoce, les da la
bienvenida y desea hacer que su camino sea lo más fácil posible para que
puedan irradiar incluso más luz y alegría. La Tierra quiere apoyarlos
y sostenerlos. A ella le gustaría que ustedes aprovechen las
oportunidades que están aquí para encontrar la felicidad como un ser
humano al disfrutar de todo lo que hay aquí. A menudo ustedes les
atribuyen mucho valor a los dones espirituales con los que han venido y
subestiman el valor de estar aquí en simple gozo. Para ustedes es más
difícil recibir que dar.
Quisiera
ofrecerles una simple visualización donde puedan imaginar en qué medida
reciben lo suficiente desde el reino terrenal. Tan sólo imaginen que hay
un tobogán largo y alto. Están sentados en la parte superior, la cual
está localizada en el reino angelical. Mientras están sentados ahí,
ustedes también son un ángel. Observen su apariencia. Todavía no tienen
un cuerpo humano, pero tienen una toga envuelta a su alrededor de un
color bello, translúcido. Se sienten libres e igualmente conectados con
toda la vida, porque comprenden cada parte de ella desde adentro, y
saben que pronto estarán deslizándose hacia abajo hacia el reino
terrestre.
Muchos
sentimientos pueden emerger en el momento del descenso, pero yo les pido
que en este instante se enfoquen en los sentimientos de confianza que
sienten profundamente en su ser. Sienten que es bueno estar por partir y
que hacerlo tiene sentido y significado. Imaginen que sus manos aún se
agarran del tobogán pero que están por soltarlo – y ahora se sueltan y
comienza el deslizamiento hacia abajo. Están sintiendo un poco de
tensión, así como se podría sentir un niño cuando hace algo que le da
miedo pero que al mismo tiempo también es divertido y excitante. Y
broom, ¡están yendo hacia abajo! Aun no pueden ver un lugar donde
aterrizar, simplemente se deslizan y se deslizan.
En un cierto
momento ven una capa de nubes que están por atravesar. Eso se siente un
poco atemorizante, pero la “capa de nubes” en realidad es el velo que
envuelve al mundo tridimensional. Su descenso es suave y grácil y así se
deslizan a través del velo porque no ofrecen ninguna resistencia.
Descienden cada vez más profundo dentro de la realidad terrenal y
finalmente llegan al final del tobogán. Entonces llega el momento cuando
realmente le dicen adiós al reino celestial y dan un paso dentro de la
nueva realidad y encarnan como un bebé.
Pero en el
umbral del reino terrenal hay una especie de guardián, un ángel que los
mira con compasión tanto como con gran solemnidad. Ese ángel quiere
hacerles recordar en el último minuto que recuerden quienes son, no
quiere que se olviden de eso. La mirada del ángel les infunde coraje.
El ángel
también les cuenta algo que tiene que ver con la abundancia en su vida.
Él les da energía en la forma de una bolsa llena de oro, y les dice:
“Esta bolsa de oro te pertenece. Es algo que tú puedes reclamar y que
puedes usar en tu vida para tu goce y para crear todo lo que está
relacionado con el trabajo de tu vida. Recibe esta riqueza y no olvides
que siempre está ahí para ti. Tú puedes reclamarla, porque es parte de
ti; ¡es tu tesoro!” Luego ustedes siguen su camino.
Ahora por favor
regresen al presente. Ustedes han pasado por muchas cosas en esta vida,
y veamos ahora cuánto de aquel tesoro que les dio el ángel ya han
reclamado para ustedes. Imaginen que delante de ustedes ven una bolsa
llena de energía dorada y la abren. Ahí, en la bolsa, está la energía de
la abundancia, una riqueza que no es tan sólo bienestar material pero
que también incluye cosas materiales. La bolsa de oro que yace delante
de ustedes es una conexión muy visible entre el Cosmos y la Tierra, pero
también es algo personal; es su abundancia, su riqueza.
Vean si pueden
abrir la bolsa fácilmente y si pueden recibir la energía que sale de
ella. Vean si pueden permitir que esa energía llegue a sus brazos, a su
corazón y pase a través de todo su cuerpo. Permitan que esa energía
dorada los envuelva completamente. Luego pregúntenle: “¿Hay algo ahí que
ahora yo pueda darme a mí mismo que anteriormente me haya negado, algo
que yo necesite para vivir con alegría? Estén abiertos a lo que ese
flujo quiera darles. La abundancia que es de ustedes les ayuda a
realizar su misión del alma en la Tierra.
También hay un
flujo de dinero que es propio de ustedes. A menudo tienen ideas en sus
mentes acerca de lo que merecen y de lo que no, y eso impide que la
plenitud del flujo pueda llegar a ustedes. Continuamente lo miden y lo
comparan con las demás personas, lo que ellos piden, lo que ellos
consiguen, pero el punto es encontrar su propio flujo.
De hecho,
cuando dar y recibir están en equilibrio en su vida, el flujo material
naturalmente sostiene al flujo espiritual; están alineados uno con el
otro. Pueden verlo de esta manera: su parte espiritual necesita que la
Tierra la sostenga desde la realidad material, de modo que realmente
pueda prosperar ahí. Permítanse la abundancia material para que puedan
aumentar su energía espiritual, de este modo podrá ser más visible y se
le permitirá fluir en el mundo, y así podrá ser vista por los demás y
podrá ser una inspiración para ellos. En ese sentido, el dinero y la
abundancia material tendrán un efecto positivo en su entorno, tanto como
en ustedes.
También pueden
ver al dinero puramente como un flujo hacia la manifestación, hacia la
expresión física de su verdadera naturaleza. Si ustedes están expresando
su luz en la realidad terrenal y utilizan el dinero que viene a ustedes
para que los ayude a hacer eso, ustedes pueden cuidarse a ustedes
mismos así como también beneficiar a otros. La primer parte no excluye a
la segunda. Pueden soltar la vieja imagen del dinero como un medio para
incrementar su poder, para elevarse por encima y controlar a los demás
seres humanos. Pueden cambiar esa vieja forma de usar el dinero y usarlo
de acuerdo a su deseo del alma para que se exprese en la dimensión
terrenal.
No se aparten
del dinero o de la abundancia material solamente porque es algo que ha
sido abusado por otras personas. Eso sería como tirar al bebé con el
agua del baño. Sientan que se les permite reclamar la abundancia
material, que se les permite tanto dar como recibir. Si ustedes permiten
que lo dorado de su tesoro fluya en su vida, la forma natural que su
alma tiene de expresarse se volverá más poderosa porque en realidad
recibe apoyo a nivel práctico. No le teman al dinero, el dinero puede
apoyar el “ser” y “hacer” de su alma. El dinero no necesita ser
utilizado de un modo egoísta.
Todos ustedes
llevan consigo una vieja tradición en la que se les enseñó a reprimir
sus propias necesidades en favor de las de los demás. Y debido a esa
tradición es posible que tengan dificultades para recibir totalmente el
dinero y la abundancia en su vida. Traten de verlo de esta forma: si tienen más, más tienen para compartir.
El compartir les da alegría, y la alegría crea aún más abundancia. Eso
significa que puede haber una espiral muy positiva a través del
atreverse a recibir.
No le teman al
dinero; confíen en su propia integridad. Todos los que están presentes
aquí ya han tomado la decisión, y están determinados, a vivir en la
Tierra desde el corazón. No están aquí para abusar del poder; ustedes
han soltado esa vieja forma de ser. Por lo tanto, atrévanse a estar
totalmente aquí como el ángel que son y a recibir totalmente lo que
necesiten para hacer brillar su luz. La Tierra necesita mucho de
personas que vivan desde sus corazones y quienes, al mismo tiempo,
reconozcan sus necesidades humanas y se consideren dignos de recibir
abundancia y de disfrutar la vida.
© Pamela Kribbe
Pamela canaliza a María
Traducido del inglés por Sandra Gusella
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