EQUINOCCIO DE PRIMAVERA-OTOÑO – Marzo 20, 2016 Por Cristina Laird
Hoy
finalmente termina el año desde el punto de vista de Astrología
Tropical y celebramos el comienzo del nuevo año, con el advenimiento de
la Primavera y la llegada del Sol al grado 0 de Aries, que es cuando
realmente debería empezar el año, en vez de al comienzo del invierno o
verano, dependiendo en que Hemisferio te encuentras. Si nos guiamos por
la rueda Chamánica, que comienza en el Este, como símbolo del principio
de las cosas, el comienzo del Verano que realmente significa el punto
cuando los frutos ya han madurado o en el principio del Invierno que es
cuando la Naturaleza descansa y los animales invernamos, no parece ser
el momento de ningún principio. Por tanto en el punto 0º de Aries es
donde hay un verdadero cambio, cuando el día y la noche tienen la misma
duración como en el equinoccio de Septiembre. Para el Hemisferio Sur, es
cuando la energía comienza a moverse de la Luz a la Oscuridad y todo
parece apagarse, los árboles suavemente dejan caer sus hojas, la
fertilidad de la tierra comienza a apagarse, preparándose para un
periodo de vigilia, que llega a su punto máximo en el Invierno.
En el
Hemisferio Norte, es la salida de la Oscuridad hacia la Luz, y a medida
que la luz de Sol se hace más potente, el vigor vuelve a la tierra y a
los cuerpos, una nueva esperanza nos invade. Comenzamos a darnos cuenta,
que una vez más tenemos la oportunidad de empezar, de planear, de
lanzarnos a la aventura de crear, de dar forma, de despertar. A medida
que vemos los árboles y los campos llenarse de flores la idea de la
posibilidad de una nueva oportunidad se siente en todos nuestros genes y
nuestro cuerpo se recupera del entumecimiento del invierno y la lucha
contra el deseo de invernar que nos ataca a todos, y al que no podemos
ceder, pues las obligaciones de la vida no nos lo permiten.
En el mapa astral de este evento para Barcelona, vemos un Ascendente
Acuario y a continuación una grandiosa conglomeración de planetas en
Piscis que incluye: Nessus, Venus y Neptuno, por un lado, seguidos de
Ceres, Quirón conjuntos al Nodo Lunar Descendiente, que están juntos a
Mercurio y todos ellos opuestos por Júpiter en Virgo y cuadrados por
Saturno desde Sagitario. Una gran T-cuadrada, que como todas ellas habla
de tensiones difíciles de manejar, como si circunstancias ajenas a
nosotros nos impidieran el poder relajarnos y ser felices. Las
T-cuadradas mutables, como ésta, con Saturno como planeta apex, nos
piden más disciplina mental para poder manejar la energía nerviosa y
dispersa. Algo nos llama a concentrar nuestras energías mentales e
intelectuales, para poder realizar el trabajo que tenemos sobre la mesa,
de una forma ordenada y eficiente. El mínimo detalle que olvidamos, nos
golpea a la puerta, en la forma de instituciones oficiales, que nos
piden más y más. Debemos luchar ante una actitud negativa y pesimísta
que nos coartan el éxito.
Todos estos planetas en Piscis nos llaman a
confiar más en nuestra intuición y nuestra creatividad, pero Júpiter
desde Virgo, pide orden y Saturno pone límites y estructuras donde
nuestra intuición y creatividad se sienten enjauladas. Qué hacer? La
toma de responsabilidad es vital, y debemos quitarnos de encima la
actitud víctima a la que Piscis a menudo escapa, cuando no puede hacer
lo que sabe que debe hacer. Saturno desde Sagitario habla de la ley y
nuestras obligaciones sociales y legales. Hagas lo que hagas en este
momento, debe ser dentro de la ley. A Piscis a veces le cuesta
confrontarse con temas de papeles y trámites oficiales y ahora debemos
hacerlo de la forma adecuada, sin cortar camino.
La disciplina, el orden, el trabajo completado y la paciencia son los
ingredientes necesarios para combatir la tensión, pero ante todo, con
Piscis siempre tenemos la sensación que algo debe ser concluido
completamente antes de saltar a la nueva etapa. Benefíciate de las
energías de este momento, para concluir situaciones si estás en el
Hemisferio Sur, completarlas y si estás en el Hemisferio Norte, entonces
este es el momento de comenzar otra vez, de darte una oportunidad más.
Si bien las confrontación con lo que llamamos “realidad” que nos trae
Saturno es vital, para no terminar en un psiquiátrico, la ilusión, la
imaginación, la magia de Neptuno, nos engrandece. En su oposición con
Júpiter, Neptuno nos trae en contacto con nuestra naturaleza más
elevada, nuestra compasión, nuestra capacidad de perdón, de volver a
empezar en busca de ese sueño que impulsa nuestra vida, sin el cual, no
tendría mucho sentido vivir. Estos dos Dioses nos impulsan a encontrar
otras dimensiones del ser que aunque no podemos tocar, sí podemos
expresar a través de una caricia, de un baile, de una pintura, una
poesía, escribiendo, cantando, haciendo películas, rezando. Neptuno nos
lleva a ese lugar más allá de las garras del Karma, que nos trae
Saturno, donde éste no tiene poder alguno.
Por Cristina Laird
En astrologia arqueotipica
Por Cristina Laird
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