PREDICCIONES PARA SEPTIEMBRE 2017
Steve Rother y el grupo
El grupo dice que están ocurriendo muchas cosas a la vez en el planeta y nos re-cuerda el cambio en el tiempo. Aproximadamente hace un año y medio, nos dijeron que el tiempo se está acelerando debido al agujero negro en medio de la Vía Láctea que está comenzando a alimentarse mucho más rápido. Los científicos aún no están al tanto y les va a tomar un tiempo descubrirlo. Sin embargo, estamos empezando a comprender que las cosas son diferentes, hay una tensión, una reacción, todos estamos al límite y parte de esto tiene que ver con la presión en la línea de tiempo que experimentamos todos cuando el tiempo se aceleró. Todavía nos estamos acostumbrando a esto. Esta es una parte muy natural de la 5D en la que hemos entrado y todavía estamos acostumbrándonos a liberarnos de las viejas formas de manejar la 3D. Hasta la física es ligeramente distinta en esta dimensión.
Estamos en distintos lugares del mundo y podemos incidir grandemente en desacelerar un poco las cosas y arraigar la luz para traer paz y calma al planeta. Esto ayuda mucho en estos tiempos porque las tensiones son extremadamente altas.
Lo que sucede entre EE.UU. y Corea del Norte nos afecta a todos. Son tiempos atemorizantes y los dos líderes se parecen. Ambos son muy egocéntricos y creen que los atacan. Ambos quieren estar en total control, pero no lo tienen. Si lo tuvieran, uno de ellos ya hubiera apretado el botón. Los dos están rodeados de personas que tienen una visión más amplia. Podrán escucharlos o no, pero cuando muchas personas, colectivamente, arraigamos la vibración de la luz y sostenemos el pensamiento colectivo, enviándoles a ambos líderes belleza y amor sin importar nuestras convicciones, o ideas políticas, incidimos en el resultado, porque a los dos les interesa mucho lo que piensan los demás de ellos y Trump está muy preocupado por su situación legal y esa es una gran distracción para él. Más que tomar una buena decisión, le importa tener la vibración colectiva de su lado. No necesitamos expresarnos públicamente, pero sí mantener nuestro espacio, afianzar la calma interior en cada oportunidad que tengamos y aunque estemos casi al límite en esto, también es una gran motivación para que hagamos las cosas de otra manera en el futuro.
Con esto en mente, hay mucho que podemos hacer para arraigar la luz. Ante todo, no es necesario que nos exaltemos. Tengamos en cuenta que, ante todo, es una guerra de palabras. Es un test de los sistemas. ¿Tiene cada uno de ellos el dedo en el botón para poner las cosas en movimiento? Sí. Y nosotros podemos tener un profundo efecto en eso, creando una energía de calma en todas partes. Pero hay que entender que esto -las restricciones, la fuerza, la energía- es algo que se remonta a la guerra de Corea, varias generaciones atrás. También estamos pasando del masculino en el poder al equilibrio femenino. Cuando pasamos de un poder a otro, las viejas potencias se aferran fuertemente porque sienten que están perdiendo poder. Es lo que está ocurriendo en la política mundial, no solo en Corea del Norte y EE.UU., sino en China también.
Estamos comenzando a ver cambios que están ocurriendo muy silenciosamente, nuevos usos de la Internet. Es fascinante que algo que inventamos para comunicarnos entre nosotros de maneras increíbles también se esté utilizando para hacer la guerra de formas con las que aún no estamos familiarizados. Se parece a la manera en que nos comunicábamos en Lemuria, donde lo hacíamos con el corazón y teníamos una forma de vida sencilla. No se necesitaba la complejidad porque estábamos conectados con muchísimos seres. Sentíamos que las necesidades del colectivo eran tan fuertes como las nuestras. Ahora estamos volviendo a algunas de ellas aunque al mirar las noticias veamos las dificultades, las agresiones verbales, demasiados líderes inmaduros y tengamos que lidiar con eso. Lo bueno es que tenemos la capacidad de encararlo de otra manera y anclar la luz. Podemos ser parte de esto ahora que conocemos las energías que nos rodean, podemos participar activamente en el juego de la luz y sostener ese amor en nuestro corazón sin importar cuán problemática sea la energía, porque podemos tener una incidencia muchísimo más profunda y positiva de lo que nos imaginamos, dando los próximos pasos juntos.
Tenemos mucha más ayuda a nuestra disposición de la que creemos y muchas más oportunidades de verlo. No estamos solos en el universo ni lo estuvimos nunca. Agradezcamos esa ayuda y no le tengamos miedo. Es parte de quiénes somos y tenemos la capacidad de atraerla como humanos. Si mantenemos esta visión, dentro de 15 a 20 años daremos gracias por algunas de las cosas que ocurrieron en esta época, porque tal vez reevaluemos el mundo entero. No se prevé que alguien apriete el botón y libere una bomba atómica por ahora, pero si llegase a suceder, aceleraría el proceso en que está la Tierra en este momento, quien sufre un enorme estrés.
Otra cosa que podemos hacer es trabajar con la Tierra. Ella puede usar nuestra calma. Algo que los científicos no saben todavía es que un cometa se dirige hacia la Tierra. En la cola de los cometas hay hielo y parte de él se derrite y deja una estela. Cuando no tienen cola, se los llama asteroides y son rocas. El que se está acercando tiene los atributos de ambos. Pero hay grandes corazones (el grupo de Maestros de Luz (LightMasters), que están trabajando para redirigirlo, para acelerar su trayectoria para que al pasar por la órbita de Júpiter, su enorme gravedad lo desvíe y ni siquiera tengamos que sentir sus consecuencias. También nosotros debemos visualizar lo mismo. Nuestra energía se puede sentir y la forma más sencilla de hacerlo es enviar el magnetismo, el amor, desde nuestros corazones, sabiendo que estamos perfectamente a salvo sin importar lo que ocurra. Somos espíritus fingiendo ser humanos y del otro lado del velo no quieren que el juego termine prematuramente. Tenemos una gran participación en esto. Como colectivo de la humanidad, tenemos opción. Así que se nos pide que enviemos amor al Universo y a esa roca congelada que se acerca.
Hagamos una pequeña meditación mundial ahora, sin importar cuándo se lea esto, porque también podemos desplazar el tiempo y ser parte de la oleada colectiva que entre todos podemos enviar desde muchos lugares del planeta. Tomemos un vaso de agua y pongamos en ella toda nuestra energía. No importa si es agua de la canilla, lo que importa es que la impregnemos con nuestro amor. Sostengamos el vaso a la altura del alto corazón (timo, detrás del esternón) y la estructura molecular del agua cambiará. Cuando podamos, llevemos el agua a un lugar muy sagrado que también contenga agua, ya sea el mar, un lago o arroyo, incluso un lugar que esté contaminado y queramos cambiar, porque el agua no conoce límites como los conocemos los seres humanos y todas las aguas del planeta están conectadas. Llevemos ese vaso de agua y vaciémoslo en un cuerpo de agua donde pueda conectarse con el resto y muy pronto veremos que se forma una red a través de las estructuras del agua que será capaz de enviarle tranquilidad al planeta. Todos lo sentiremos y es lo que más se necesita en estos momentos: atemperar todo el proceso que estamos viendo. Debemos comprender que tenemos una gran parte en esto o no estaríamos aquí y que es momento de actuar, de manifestar nuestros sueños más elevados, nuestra visión de un mundo nuevo, nuestra serenidad. Llegar casi al límite, lo que nos ha pasado varias veces, nos hará pensar que la última vez que ocurrió en EE.UU. había alguien que se llamaba Kennedy y desde entonces no hemos vuelto a pensar cuán cerca estuvimos de una guerra nuclear. Si eso puede ayudarnos a apartarnos de esto como vibración colectiva de la humanidad y repensar nuestro propio futuro, vale la pena el estrés y el dolor que estamos comenzando a sentir. Somos sumamente sensibles, somos empáticos o no estaríamos aquí. Tenemos los recuerdos y los corazones de Lemuria cuando todos estaban conectados y nos resulta duro ver los acontecimientos que tienen lugar en el mundo. Parecería que todo está terriblemente desconectado e incluso esa desconexión es propagada por muchos que tratan de decirnos que está bien y que es bueno. Fijémonos en eso porque es un área donde todos podemos incidir en el resultado. Veamos en qué áreas nos separamos y en cuáles nos unimos. Ayudará al futuro. Nos ayudará incluso prolongar nuestro cronograma en el planeta. Y por supuesto, conectar nuestros corazones con la Tierra puede tener un profundo efecto en su evolución y en la forma en que ella pase también por todos estos cambios, porque es un hermoso ser viviente, sensible y consciente, con un espíritu y multidimensional, tal como nosotros.
El aspecto multidimensional comenzará a ser muy real para muchos de nosotros. Nos encontramos en situaciones muy difíciles. ¿Cómo es posible que el mundo se halle en esta situación? ¿Cómo es posible que no se hayan solucionado estas cosas hace mucho? Bueno, en algunas dimensiones, sí se solucionaron, porque cada vez que elegimos, tomamos un camino determinado, pero en otra dimensión vamos en otro sentido. En otra dimensión de tiempo y espacio, Hilary Clinton es presidente y está limitada por acciones legales de muchas partes y le cuesta mucho lograr algo. Y en otra dimensión, Bernie Sanders es presidente, y aunque tiene grandes visiones para las personas, son muchos los desafíos para que se hagan las cosas, porque es el colectivo el que tiene que hacerlo y no una sola persona. Tenemos que tenerlo presente, no juzguemos que uno es bueno o malo, correcto o incorrecto, porque todo sucede en distintas dimensiones de tiempo y espacio.
Cuando volvamos al Hogar veremos qué sencillo es todo y comprenderemos que elegimos ubicarnos en esta dimensión en esta época porque teníamos parte del rompecabezas. Pongamos nuestros sueños en ese vaso de agua, conectémonos con la Tierra y hagamos que la trayectoria de esa roca se acelere un poco y no tendremos que preocuparnos por ella. Si le damos un gran envión, tal vez ni siquiera nos enteremos de que venía hacia aquí. En pocos meses lo sabremos.
Nuestra conexión está aquí porque somos los que sostenemos abiertas todas estas puertas para experimentar estos cambios en carne propia, para compartirla con los que tenemos alrededor y para ser parte de una gran corriente subterránea que sostiene la luz del Hogar en la Tierra. Somos grandes seres del cambio, maestros todos y nuestra sensibilidad nos trae grandes desafíos. El grupo nos agradece por estar aquí y sostener la luz como lo hacemos, por atrevernos a sentir la conexión y también todo el miedo que hay en el planeta en este momento. Nos dice que tenemos una respuesta -el equilibrio del amor- para ese miedo, porque el amor es el opuesto del miedo y nosotros somos los Trabajadores de la Luz.
Tomémonos un momento ahora, respiremos hondo tres veces y enviémonos serenidad a nosotros mismos primero, porque estamos en primera línea en la energía y debemos tratarnos bien. Y luego, irradiémosla. Y cuando alguien nos vea, aunque esté pasando por sus propios desafíos, podrá trabajar con nosotros de este modo. Y obtendrá algo de nosotros: la luz que todos podemos compartir. Y cuando tengamos la oportunidad, enviemos esa energía a un recipiente con agua de alguna forma y en algún momento, al día siguiente, vaciémoslo en un cuerpo mayor de agua donde se pueda conectar como un solo corazón en el planeta Tierra.
Son muchas las cosas que comenzarán en el mes de septiembre, y sin embargo, ninguna de ellas es tan importante como lo que tenemos ante nosotros en este momento. Tomemos esto como un llamado a la luz, a la acción, para todo ser humano en todas las dimensiones de tiempo y espacio.
El grupo nos saluda con el mayor honor, nos pide que nos tratemos con respeto y nos cuidemos mutuamente sin importar quiénes seamos y que juguemos bien juntos este juego.
Espavo.
Equipo de traductoras voluntarias de Espavo.org.
https://www.espavo.org/predictions-comments-questions/
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