Continuamos en pleno vórtice de transformación.
Buenos días Maestros!
El 31 de Enero, se ha abierto este enorme agujero en la atmósfera del Sol, y está emitiendo viento solar en dirección a la Tierra. Las partículas "vuelan" hacia todo el sistema a una velocidad de 750 km por hora.
Continuamos en pleno vórtice de transformación.
Según los estudiosos del fenómeno solar, cada emanación solar reduce el campo electromagnético de la Tierra. El Sol físico, responde a los impulsos del Sol Espiritual, el Sol detrás del Sol.
El sistema energético humano necesita adaptarse a estas enormes oleadas de partículas fotónicas, y dormir es una forma de asimilarlas, ya que la estática mental queda interrumpida.
Pero también puede darse lo contrario, estar cansados de día pero despiertos por la noche.
No encontramos las palabras, quedamos a veces como en suspenso antes de responder.
Los cuerpos físico, mental y emocional, realizan los movimientos necesarios para integrar la recepción de energía, y nos sentimos raros.
Los ajustes del cuerpo físico al arribo de esta enorme cantidad de luz, pueden dar signos como dolor de cabeza, zumbidos de oídos, náuseas, mareos, y los movimientos emocionales y hormonales que ya conocemos.
Los campos electromagnéticos de nuestros aparatos también pueden presentar cambios, y todos los sistemas pueden ponerse caprichosos (eventos que podemos aprovechar para reconocerles consciencia a ellos también y honrarlos y agradecer su eficiencia y servicio).
Literalmente, una llamarada es como un reseteo. Es emitida una luz extra que prácticamente nos obliga a meditar, porque interrumpe el ruido habitual del planeta, y detiene el movimiento de nuestros cuerpos sutiles.
Inmersos en este “apagado”, podemos aprovecharlo para:
Hacer Silencio varias veces al día, aunque sea en períodos breves.
Desprendernos, en escaso tiempo, de patrones-votos-contratos-programas que han detenido nuestro avance.
Visualizar nuestras metas y verlas cargadas de partículas de luz.
Descubrir, "bajar", nueva información acerca de cómo resolver problemas.
Reprogramar nuestra salud y nuestro cuerpo.
Incrementar nuestra frecuencia utilizando todos los medios de que disponemos.
Unirnos, fundirnos, respirar, oler, tocar, saborear todo lo que la Naturaleza nos ofrece.
Dormir pequeñas siestas, si es posible, en el momento en que el cuerpo lo pide.
Y, sobre todo, ir entrando en la percepción constante de reconocernos como energía, dejando rápidamente atrás el concepto de nuestros cuerpos como objetos.
Este viento solar de principios de Febrero (las partículas llegan en unas 76 horas), coincide con la celebración de la Candelaria, energía femenina de la Luz. La fiesta de la Candelaria, se despliega durante todo el día 2 de Febrero. Candelaria es el nombre cristiano de la Festividad de Imbolc, que celebra, en el Hemisferio Norte, el advenimiento de la luz de lo femenino, la honra al Vientre, y el momento en que las semillas, bajo tierra, comienzan a germinar, aunque su despliegue no está a la vista hasta la primavera.
También tiene que ver con lo que está oculto y es desconocido. La Candela, invita a honrar lo que no vemos, lo que no conocemos todavía, dándole espacio interno para que surja y sea revelado a nuestra consciencia.
Es la tradición, poner una vela en la ventana, llamando a la luz, y celebrándola. Fiesta dedicada a las mujeres que se abren al encuentro con un compañero noble, y a las que, casadas, piden por su felicidad.
Así es que, este año, estamos ante una Candela acompañada de soplo solar.
Hermosos días para poner nuestros proyectos y deseos en acción, abonar su crecimiento en el Gran Vientre amoroso de la Madre, y sentir que somos capaces de parir un Mundo Nuevo, en casa y en el planeta, aún con los dolores de cabeza!
Cómo sientes la fuerza solar de la Candela en estos días?...
El 31 de Enero, se ha abierto este enorme agujero en la atmósfera del Sol, y está emitiendo viento solar en dirección a la Tierra. Las partículas "vuelan" hacia todo el sistema a una velocidad de 750 km por hora.
Continuamos en pleno vórtice de transformación.
Según los estudiosos del fenómeno solar, cada emanación solar reduce el campo electromagnético de la Tierra. El Sol físico, responde a los impulsos del Sol Espiritual, el Sol detrás del Sol.
El sistema energético humano necesita adaptarse a estas enormes oleadas de partículas fotónicas, y dormir es una forma de asimilarlas, ya que la estática mental queda interrumpida.
Pero también puede darse lo contrario, estar cansados de día pero despiertos por la noche.
No encontramos las palabras, quedamos a veces como en suspenso antes de responder.
Los cuerpos físico, mental y emocional, realizan los movimientos necesarios para integrar la recepción de energía, y nos sentimos raros.
Los ajustes del cuerpo físico al arribo de esta enorme cantidad de luz, pueden dar signos como dolor de cabeza, zumbidos de oídos, náuseas, mareos, y los movimientos emocionales y hormonales que ya conocemos.
Los campos electromagnéticos de nuestros aparatos también pueden presentar cambios, y todos los sistemas pueden ponerse caprichosos (eventos que podemos aprovechar para reconocerles consciencia a ellos también y honrarlos y agradecer su eficiencia y servicio).
Literalmente, una llamarada es como un reseteo. Es emitida una luz extra que prácticamente nos obliga a meditar, porque interrumpe el ruido habitual del planeta, y detiene el movimiento de nuestros cuerpos sutiles.
Inmersos en este “apagado”, podemos aprovecharlo para:
Hacer Silencio varias veces al día, aunque sea en períodos breves.
Desprendernos, en escaso tiempo, de patrones-votos-contratos-programas que han detenido nuestro avance.
Visualizar nuestras metas y verlas cargadas de partículas de luz.
Descubrir, "bajar", nueva información acerca de cómo resolver problemas.
Reprogramar nuestra salud y nuestro cuerpo.
Incrementar nuestra frecuencia utilizando todos los medios de que disponemos.
Unirnos, fundirnos, respirar, oler, tocar, saborear todo lo que la Naturaleza nos ofrece.
Dormir pequeñas siestas, si es posible, en el momento en que el cuerpo lo pide.
Y, sobre todo, ir entrando en la percepción constante de reconocernos como energía, dejando rápidamente atrás el concepto de nuestros cuerpos como objetos.
Este viento solar de principios de Febrero (las partículas llegan en unas 76 horas), coincide con la celebración de la Candelaria, energía femenina de la Luz. La fiesta de la Candelaria, se despliega durante todo el día 2 de Febrero. Candelaria es el nombre cristiano de la Festividad de Imbolc, que celebra, en el Hemisferio Norte, el advenimiento de la luz de lo femenino, la honra al Vientre, y el momento en que las semillas, bajo tierra, comienzan a germinar, aunque su despliegue no está a la vista hasta la primavera.
También tiene que ver con lo que está oculto y es desconocido. La Candela, invita a honrar lo que no vemos, lo que no conocemos todavía, dándole espacio interno para que surja y sea revelado a nuestra consciencia.
Es la tradición, poner una vela en la ventana, llamando a la luz, y celebrándola. Fiesta dedicada a las mujeres que se abren al encuentro con un compañero noble, y a las que, casadas, piden por su felicidad.
Así es que, este año, estamos ante una Candela acompañada de soplo solar.
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