HECATE: DIOSA DE LA SABIDURÍA PSÍQUICA E INTUITIVA
En la mitología griega era la diosa de las encrucijadas, que podía ver tres caminos a la vez, esta perspectiva es lo que le permite ver la relación entre el pasado, presente y futuro. En las encrucijadas más significativas de cada mujer Hécate se encuentra silenciosamente presente como testigo interior.
Su sabiduría procede de la experiencia, es lo que nos hace más sabias a medida que nos hacemos mayores. Es la que nos permite ante los cruces, recordar el pasado, ver el presente honestamente y percibir que se
avecina.
Para consultarla solo necesitamos hacer un alto y escuchar desde la certeza interior la voz de nuestra intuición.
Hécate nos ayuda a tener mayor amplitud de miras y permanecer en el cruce de caminos, hasta estar seguras de que camino elegir. Puede que nos hallemos ante una encrucijada vital, tanto provocada por un hecho externo o de nuestra propia psiquis, que nos insta a cambiar, esto es muy común después de que un camino deja de tener valor.
Hécate es la diosa presente en las mayores transformaciones, es la comadrona interior que nos ayudara a parir diferentes aspectos de nosotras mismas, mientras nos ayuda a soltar aquello que ya no sirve.
Para las mujeres Perséfone, Deméter, Hera o Artemisa es posible sentir a Hécate como más cercana en la tercera etapa de la vida.
A Hécate se la describe como una diosa lunar, con una cinta de estrellas y una antorcha encendida en cada mano, y se decía que ella andaba los caminos acompañada por sus perros negros.
Su estatua llamada Hecterion tenía tres rostros, mirando en tres direcciones distintas. Hay una descripción de una antigua estatua de Hécate alada, hecha por Demetra George en los Misterios de la Luna Oscura, donde se la representa con tres cabezas y tres pares de brazos y porta tres antorchas, una llave, una cuerda y una daga. Las antorchas para ver en la oscuridad, la llave para abrir los secretos de los misterios y conocimientos ocultos o escondidos del más allá. La cuerda represente el cordón umbilical del renacer. La daga es la capacidad de apartarse de las ilusiones vanas, que con el tiempo se convertiría en un símbolo del poder ritual.
El perro negro era el principal animal simbólico de Hécate, al punto que cuando un perro negro en la noche se decía que anunciaba su presencia. Luego estaban la serpiente, el león, el caballo, el oso y la rana, esta ultima símbolo de lo fetal, de la comadrona.
El tejo, el aliso y el álamo eran árboles funerarios asociados a ella, por ser la diosa de las puertas que separan el mudo de los vivos del submundo de las sombras.
Nosotras muchas veces no nos creemos capaces de afrontar la verdad y gastamos mucha energía en evitarla, a través de la racionalización, la negación, incluso las adicciones, para ser insensibles a ella.
Solo cuando aprendemos a través de la experiencia que se puede afrontar la realidad, aun cuando nos cueste el descenso y la posterior salida del mundo subterráneo, nos convertimos, en mujeres sabias como Hécate.
EJERCICIO CON HECATE:
Recurramos a la imaginación para encontrar a Hécate
Llega el crepúsculo, un momento que no es noche ni día, el misterioso momento intermedio.
Te encuentras en un camino o un sendero en el campo, y te acercas a un cruce de tres caminos.
El sendero que sigues se bifurca y debes elegir una dirección.
Hécate está contigo.
Quizá la veas o quizá sientas su presencia.
Escucha o siente lo que tiene que decirte.
Es una mujer sabia que te conoce bien.
Es la profunda sabiduría intuitiva a la que puedes recurrir si estás atenta.
Plantea las preguntas adecuadas y espera sus respuestas.
¿Qué es esta intersección?
¿Qué elección tienes?
¿A dónde llevan los dos caminos?
Shinoda Bolen
Las Diosas de la Mujer Madura
Imagen by Kim Dreyer
En la mitología griega era la diosa de las encrucijadas, que podía ver tres caminos a la vez, esta perspectiva es lo que le permite ver la relación entre el pasado, presente y futuro. En las encrucijadas más significativas de cada mujer Hécate se encuentra silenciosamente presente como testigo interior.
Su sabiduría procede de la experiencia, es lo que nos hace más sabias a medida que nos hacemos mayores. Es la que nos permite ante los cruces, recordar el pasado, ver el presente honestamente y percibir que se
avecina.
Para consultarla solo necesitamos hacer un alto y escuchar desde la certeza interior la voz de nuestra intuición.
Hécate nos ayuda a tener mayor amplitud de miras y permanecer en el cruce de caminos, hasta estar seguras de que camino elegir. Puede que nos hallemos ante una encrucijada vital, tanto provocada por un hecho externo o de nuestra propia psiquis, que nos insta a cambiar, esto es muy común después de que un camino deja de tener valor.
Hécate es la diosa presente en las mayores transformaciones, es la comadrona interior que nos ayudara a parir diferentes aspectos de nosotras mismas, mientras nos ayuda a soltar aquello que ya no sirve.
Para las mujeres Perséfone, Deméter, Hera o Artemisa es posible sentir a Hécate como más cercana en la tercera etapa de la vida.
A Hécate se la describe como una diosa lunar, con una cinta de estrellas y una antorcha encendida en cada mano, y se decía que ella andaba los caminos acompañada por sus perros negros.
Su estatua llamada Hecterion tenía tres rostros, mirando en tres direcciones distintas. Hay una descripción de una antigua estatua de Hécate alada, hecha por Demetra George en los Misterios de la Luna Oscura, donde se la representa con tres cabezas y tres pares de brazos y porta tres antorchas, una llave, una cuerda y una daga. Las antorchas para ver en la oscuridad, la llave para abrir los secretos de los misterios y conocimientos ocultos o escondidos del más allá. La cuerda represente el cordón umbilical del renacer. La daga es la capacidad de apartarse de las ilusiones vanas, que con el tiempo se convertiría en un símbolo del poder ritual.
El perro negro era el principal animal simbólico de Hécate, al punto que cuando un perro negro en la noche se decía que anunciaba su presencia. Luego estaban la serpiente, el león, el caballo, el oso y la rana, esta ultima símbolo de lo fetal, de la comadrona.
El tejo, el aliso y el álamo eran árboles funerarios asociados a ella, por ser la diosa de las puertas que separan el mudo de los vivos del submundo de las sombras.
Nosotras muchas veces no nos creemos capaces de afrontar la verdad y gastamos mucha energía en evitarla, a través de la racionalización, la negación, incluso las adicciones, para ser insensibles a ella.
Solo cuando aprendemos a través de la experiencia que se puede afrontar la realidad, aun cuando nos cueste el descenso y la posterior salida del mundo subterráneo, nos convertimos, en mujeres sabias como Hécate.
EJERCICIO CON HECATE:
Recurramos a la imaginación para encontrar a Hécate
Llega el crepúsculo, un momento que no es noche ni día, el misterioso momento intermedio.
Te encuentras en un camino o un sendero en el campo, y te acercas a un cruce de tres caminos.
El sendero que sigues se bifurca y debes elegir una dirección.
Hécate está contigo.
Quizá la veas o quizá sientas su presencia.
Escucha o siente lo que tiene que decirte.
Es una mujer sabia que te conoce bien.
Es la profunda sabiduría intuitiva a la que puedes recurrir si estás atenta.
Plantea las preguntas adecuadas y espera sus respuestas.
¿Qué es esta intersección?
¿Qué elección tienes?
¿A dónde llevan los dos caminos?
Shinoda Bolen
Las Diosas de la Mujer Madura
Imagen by Kim Dreyer
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