martes, 9 de mayo de 2017

Tu Ángel Guardián te habla de la importancia de las oraciones

Tu Ángel Guardián te habla de la importancia de las oraciones:

"Las oraciones intensas hechas con fe, producen una luz vibrante que llega hasta Dios. Los Ángeles, como Mensajeros de Nuestro Padre, respondemos a esas plegarias. Volamos presurosos a satisfacer a las almas piadosas que imploran por el bien de otros. Orar es hablar con Dios y con todos los Seres de Luz. Cada vez que tú hablas con Dios que está dentro de tu corazón, estás orando. Cuando se pide de forma egoísta, con poca sinceridad o de manera repetitiva, esas oraciones no producen suficiente resplandor como para que podamos determinarlas, y el que ora no logra el efecto que desea. Cuando rezas con fervor, tu oración resuena como  música divina y se proyecta a los cielos como rayos esplendorosos.

Todos los ángeles nos llenamos de gozo cuando rezas desinteresadamente por otras personas, porque nos encanta usar esa vibrante energía, transformarla en bendiciones y llevarla hacia aquéllos por quienes pides.

Cuando tú piensas en Dios estás orando, y sin pedirle nada recibirás sus bendiciones... Acércate a mí... amor mío... siéntate en mi regazo... apoya tu cabeza en mi pecho... así te llevaré a participar del éxtasis divino del mundo donde llegan las oraciones piadosas... Te amo profundamente. Tu Ángel Guardián.

 Tu Ángel te comunica por qué debes rezar por los que han fallecido:

"Es muy importante que reces por las personas que "fallecen". Las oraciones son el combustible que las almas necesitan para ascender en los planos invisibles. Si no reciben la energía de la oración, pueden quedarse siglos (de tu tiempo) estancados en un plano. 

Orar por los que han dejado su cuerpo físico es dar servicio; y recuerda que sólo dando servicio puedes evolucionar; además, en la misma proporción en que tú ayudes a los que han "fallecido", así será la ayuda que tú recibirás cuando des ese paso. La palabra "fallecer" está entre comillas, porque realmente nadie fallece, ya que la "muerte" no existe. Cuando el alma abandona el cuerpo físico, es porque ya no lo necesita; es porque va a entrar a otra etapa de su desarrollo en un mundo más sutil, y la "muerte" es la puerta de entrada a ese mundo. 

Los Ángeles de la Luz que resplandece son los que auxilian a los que dejan el plano físico. Tú puedes pedirles que acompañen a los que están dando ese paso o que ya lo han dado; no importa que haya sucedido hace mucho tiempo...  

Ahora, cariño mío, ven a mí... recibe todo mi amor... voy a cubrirte con mis alas y enseñarte a orar. Tu Ángel que te ama profundamente.

 Del "Diario Angelical" de Lucy Aspra

Tu Ángel te sigue explicando sobre la "muerte" y te da una oración para el que está dando ese paso:


Las personas que abandonan su cuerpo físico, generalmente no se han preparado para la "muerte", y al pasar al otro mundo se encuentran asustadas y confundidas; necesitan más que nunca ser guiadas. Tú puedes ayudarles con oraciones; también puedes hablarles mentalmente y decirles que no deben detenerse en los sub-planos del mundo físico, que deben ascender hacia la Luz. 


Con firmeza, deberás enviarles el siguiente mensaje: "Ve hacia la Luz; busca un punto de Luz y dirígete hacia allí. Piensa en los ángeles y pídeles que te tomen de la mano y te iluminen el camino. No te detengas en la obscuridad. Ve hacia la luz." Cuando ores por ellas, deberás emplear un vocabulario sencillo, natural, el que uses todos los días. Puede ser algo así:
"Te ruego Padre mío, por todas las almas de los que han dejado este mundo físico; que los ángeles de la Luz Resplandeciente los acompañen a enfrentarse a su propia Luz: Tú en ellos. Que todas las almas que pasen, o estén a punto de pasar al otro lado, sean guiadas por los ángeles; recibiendo de ellos: consuelo, amor y la seguridad de que están entrando a un lugar más cerca de Ti. Que los que aquí sufren por la separación de sus seres queridos también reciban paz y tranquilidad de los ángeles. Que ya no sientan tristeza o temor pos u partida, sino la certeza de que han evolucionado hacia un lugar mejor donde están asistidos plenamente por los Ángeles Resplandecientes.

 Te ruego, asimismo Padre mío, que ilumines a las almas de aquéllos que en este momento están a punto de partir; que no sientan angustia, y que los que están cerca de ellos reciban la paz necesaria para que no hagan pesada la separación del alma de su envoltura física. Te encomiendo a mis parientes y amigos que ya trascendieron este mundo y también, de una manera especial, te pido enviar Luz a aquellas almas por las que nadie se acuerda de rezar. Gracias Padre mío adorado. Así sea.

Recuerda que tú puedes hablar con Dios sin necesidad de memorizarte oraciones; puedes hablarle a cualquier hora; en cualquier lugar y durante el tiempo que tú quieras... Ahora, ven aquí... a mis brazos... acomódate muy cerca de mi corazón... quiero que duermas plácidamente mientras yo acaricio tus cabellos... Esta noche iremos juntos a un templo Angelical, donde los ángeles te enseñaremos muchas maneras de orar... Te amo con toda mi naturaleza angelical.


Tu Ángel Guardián.




ORACIÓN A LA VIRGEN:
Préstame Madre tus ojos para con ellos mirar
Pues si con ellos miro no volveré a pecar.
 Préstame Madre tus labios para con ellos rezar
pues si con ellos rezo el Padre me ha de escuchar.

Préstame Madre tu lengua para poder comulgar
pues tu lengua materna es de amor y santidad.
Préstame Madre tus brazos para poder trabajar
Pues así el trabajo rendirá una y mil veces más.

Préstame Madre tu manto para cubrir mi maldad
Pues cubierto con tu manto al cielo he de llegar.
Préstame Madre a tu hijo para poderlo adorar
Pues si tú me das a Jesús ¿qué otra cosa puedo desear?
Y esa será mi dicha por toda la eternidad. Amén
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Se pide un milagro y a los 3 días se te concederá y a los 25 se te concederá
un milagro más grande.
La persona que tome esta hoja deberá dejar una diaria en el altar de la Virgen durante 25 días.
Con licencia Eclesiástica.
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LA IMPORTANCIA DEL PERDÓN:

Es muy difícil comunicarnos con nuestro Ángel cuando albergamos odio, rencor o resentimiento en nuestro corazón. Se sugiere hacer el ejercicio del Perdón durante 21 días seguidos. Este ejercicio se puede hacer con 21 velas (candelas) que pueden ser de color blanco o color de rosa.

Cuando se guarda rencor se obstruyen los centros energéticos del cuerpo vital y aparecen enfermedades, depresiones y angustias. El aura permanece oscuro y denso y se forma una barrera energética de baja vibración que dificulta la entrada de energías (bendiciones) celestiales. Deberás armonizar tu vida y permitir que lleguen a ti las bendiciones del cielo. Perdona a todos los que tú sientes que te han ofendido y a los que tú has ofendido, mentalmente pídeles perdón mientras prendes la vela del Amor Angelical.

Durante 21 días deberás prender diariamente una vela y rezar la oración del Perdón. La vela deberá consumirse completamente cada día.

ORACIÓN DEL PERDÓN:
"Ángel de mi Guarda: De acuerdo a la voluntad de Nuestro Padre y en nombre de nuestro Divino Jesucristo, por favor ayúdame y dame la fuerza para perdonar a todas las personas que yo considero que me han hecho daño, especialmente a ...... (mencionar al (o los) que crees que te han ofendido), y también para que me perdonen los que yo he perjudicado, especialmente... (mencionar al (o los) que tú has ofendido). Intercede por mí para que los Ángeles del Perdón les lleve amor, salud, paz y felicidad. Ángel mío, ¡Necesito tu apoyo! porque quiero vivir en paz y agradarle más a Nuestro Padre Celestial. Gracias querido Ángel Guardián.

Al llevar a cabo este ejercicio todos los días durante un tiempo prolongado, preferiblemente 21 días o múltiplos de 7, se forma una bóveda de materia etérica donde se albergará un bellísimo Ángel que nos estará recordando la importancia del Perdón para que nuestra vida sea armoniosa y podamos atraer sólo situaciones bellas. Siempre que sentimos la necesidad de reforzar el amor debemos prender las velas del Perdón." ----------

"Todas las noches al retirarnos a dormir, es importante dar gracias a Nuestro Padre por el bello día que acabamos de vivir; siempre hay que enfocar nuestra atención en las cosas buenas que se dieron, y si hubieron situaciones contradictorias, verlas como oportunidades para crecer. Después, visualizarnos cobijados en en brazos de nuestro Ángel Guardián.


 Es una buena costumbre hacer un recuento de las actividades del día, de atrás para adelante, es decir, revivir los acontecimientos que se dieron durante el tiempo que comprende desde el comento de disponernos a dormir hasta el momento cuando nos despertamos esa mañana. 

Se debe visualizar los eventos como sobre una especie de pantalla cinematográfica; no importa si nos quedamos dormidos porque nuestra mente continuará el proceso. Si durante el día sucedió algo que nos inquieta, alguna injusticia que se llegó a cometer, alguna negligencia, mal trato, grosería, etc., son situaciones que no permitirán que esté tranquila nuestra alma, por lo que se sugiere pedir perdón a Dios y luego, mentalmente a la persona que hubiera sido víctima de nuestra falta. (Si es posible, también hacerlo personalmente a su debido tiempo). 

Si percibimos como injusto algo que nos sucedió en el día, comprender que ha sido descuido de alguna alma que evoluciona, cuya personalidad (igual que la nuestra) aun comete errores. Hay que perdonar y perdonarnos, porque sólo perdonando podremos vivir tranquilos. Nuestra alma no puede soportar el peso de la culpa y del rencor; se entristece y cuando esto sucede, lo refleja en el cuerpo material por medio de una enfermedad; porque los malestares, las dolencias y los achaques son las formas que usa nuestra alma para decirle a nuestra personalidad: "PERDONA Y PERMITE QUE TÚ Y YO PODAMOS ESTAR EN PAZ Y SONREÍR." 

Busca la asistencia del Ángel del Perdón, que llega a tu corazón para hablarte de esta manera:

YO SOY EL ÁNGEL DEL PERDÓN:

Hoy llego a ti para tranquilizar tu vida, para que encuentres paz, felicidad, amor abundancia y perdón, para que todo lo disfrutes con salud celestial. Porque nada hay cuando no hay perdón.

Por esto quiero que te acerques a mí, que te sientes en mi regazo y que apoyes tu cabeza sobre mi pecho. Quiero consolarte y hablarte.

Aspira mi esencia de purificación... así... suavemente, y escúchame: Cuando se guarda rencor, cuando no se concede el perdón... se bloquean las energías celestiales... las bendiciones de Dios.

Para armonizar tu vida, para que fluya hacia ti la esencia del amor... deberás olvidar los rencores, ser indulgente y perdonar. Enciende diariamente en tu hogar y en tu corazón una vela rosa del perdón celestial... para todos aquéllos que consideras que te han ofendido y por los que tú has ofendido. Pídeme que interceda llevando a su mundo mi emanación divina del amor. Te llegará a cambio: armonía, felicidad, salud y más amor...

Cuando logres perdonar, recuperarás tu espacio de luz y como ráfagas divinas... torrentes de bendiciones llegarán hasta ti. Llámame siempre que sientas las cadenas esclavizantes del rencor. Yo te liberaré, te ayudaré a zafarte de ese yugo y verás que tu vida se tornará feliz.  Ahora... respira sin opresión... todo está bien...suéltate y sal a recibir el día con amor. Te espera el triunfo hoy."



TU ÁNGEL GUARDIÁN

Los Ángeles determinamos a los seres humanos, por la intensidad de su luz. Cuando ayudas a otros tu Luz brilla  como una bellísima estrella y entonces todos los Angeles, ni estatura ni tu peso, ni tu condición social, ni el credo que practicas queremos estar cerca de ti. Para nosotros no tiene importancia el color de tu piel. No cuenta si eres “italiano, chino, francés mexicano, neocelandés, español, norteamericano, sudafricano o tailandés, no nos importa que uses un cuerpo blanco, indio, oriental, negro o mestizo; que “seas” rico, poderoso, pobre o mendigo. Sólo nos importa la Luz que proyecta tu alma. No nos importa tu cuerpo físico porque sólo es un traje que estás usando hoy… para el trabajo de hoy… no puede proyectar la luz porque es energía pesada, compacta, densa…Pero tu alma si puede proyectar Luz… y esa Luz crece cuando ayudas desinteresadamente a otros, cuando amas a otros porque comprendes que todos somos hermanos, porque Todos somos hijos de un mismo padre…porque todos en el universo somos miembros de una sola Raza  de una Raza Inmortal… porque todos somos de Esencia Divina… Todos somos Hijos de Dios…Ahora…ven escúchame con ternura… trata de ser tolerante con todos los seres humanos… no importa que no tengan tus características físicas, emocionales o mentales… trata de amarlos… trata de ver en ellos la misma Esencia Divina que tu tienes dentro de ti… con un amor tan inmenso que rebasa todo lo inimaginable… Recuerda que sólo tienes  que apoyarte en mí, porque puedo enseñarte a resplandecer divinamente…

Tu Ángel Guardián

Lucy Aspra del Libro Agenda de los Ángeles
Compartiendo con Amor
Tomado de la WEB



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