viernes, 27 de noviembre de 2015

RITUAL PARA ENCENDER LA CORONA DE ADVIENTO


  
RITUAL PARA ENCENDER LA CORONA DE ADVIENTO
¿Qué es el Adviento?


La palabra latina "adventus" significa “venida”. En el lenguaje cristiano se refiere a la venida de Jesucristo. La liturgia de la Iglesia da el nombre de Adviento a las cuatro semanas que preceden a la Navidad, como una oportunidad para prepararnos en la esperanza y en el arrepentimiento para la llegada del Señor.
El color litúrgico de este tiempo es el morado que significa penitencia.

El tiempo de Adviento es un período privilegiado para los cristianos ya que nos invita a recordar el pasado, nos impulsa a vivir el presente y a preparar el futuro.

Como los hombres buenos en el antiguo Testamento, que esperaban al Mesìas anunciado por los profetas y hacìan oraciòn para que los cielos se abrieràn y “llovieran” al Salvador, asì tambièn nosotros vivimos nuestro Adviento en un espìritu de oraciòn para que Jesùs nazca realmente en nuestro corazòn.

Como la Santìsima Virgen Marìa, llevando ya en su dulce vientre al Niño Jesùs, va a ayudarle a su anciana prima Santa Isabel, que espera un hijo, asì tambièn nosotros preparamos el nacimiento de Jesùs, haciendo el bien a los demàs.


¿Què es la Corona de Adviento?

En nuestra patria tenemos tradiciones muy bellas para preparar la Navidad: poner el nacimiento, las posadas, las pastorelas, los villancicos, el àrbol de Navidad y la Corona de Adviento.
Esta Corona es una costumbre europea que propicia oraciòn en familia en torno a Cristo.

Una Corona de pìno, adornada con motivos navideños y con cuatro velas (tres moradas y una rosa) que nos sirve para encender una vela cada domingo de Adviento y sentir que poco a poco se van disipando las tinieblas ¡hasta que se enciende Cristo, luz del mundo!

La corona se lleva a bendecir a ala iglesia el Primer Domingo de Adviento y despuès se coloca en un lugar digno de la casa, la mesa del comedor, por ejemplo, y en torno a ella se reùne la familia a hacer oraciòn.

La corona de adviento encierra varios simbolismos:

La forma circular: El círculo no tiene principio ni fin. Es señal del amor de Dios que es eterno, sin principio y sin fin, y también de nuestro amor a Dios y al prójimo que nunca debe de terminar.

Las ramas verdes: Verde es el color de esperanza y vida. Dios quiere que esperemos su gracia, el perdón de los pecados y la gloria eterna al final de nuestras vidas. El anhelo más importante en nuestras vidas debe ser llegar a una unión más estrecha con Dios, nuestro Padre.

Las cuatro velas: Nos hacen pensar en la obscuridad provocada por el pecado que ciega al hombre y lo aleja de Dios.

Después de la primera caída del hombre, Dios fue dando poco a poco una esperanza de salvación que iluminó todo el universo como las velas la corona. Así como las tinieblas se disipan con cada vela que encendemos, los siglos se fueron iluminando con la cada vez más cercana llegada de Cristo a nuestro mundo. Son cuatro velas las que se ponen en la corona y se prenden de una en una, durante los cuatro domingos de adviento al hacer la oración en familia.

Esta es su triple finalidad:

- Recordar el pasado: Celebrar y contemplar el nacimiento de Jesús en Belén. El Señor ya vino y nació en Belén. Esta fue su venida en la carne, lleno de humildad y pobreza. Vino como uno de nosotros, hombre entre los hombres. Esta fue su primera venida.

- Vivir el presente: Se trata de vivir en el presente de nuestra vida diaria la "presencia de Jesucristo" en nosotros y, por nosotros, en el mundo. Vivir siempre vigilantes, caminando por los caminos del Señor, en la justicia y en el amor.

- Preparar el futuro: Se trata de prepararnos para la Parusía o segunda venida de Jesucristo en la "majestad de su gloria". Entonces vendrá como Señor y como Juez de todas las naciones, y premiará con el Cielo a los que han creído en Él.
Esperamos su venida gloriosa que nos traerá la salvación y la vida eterna sin sufrimientos.

*Revisión: Aprovechando este tiempo para pensar en qué tan buenos hemos sido hasta ahora y lo que vamos a hacer para ser mejores que antes. Es importante saber hacer un alto en la vida para reflexionar acerca de nuestra vida espiritual y nuestra relación con Dios y con el prójimo.
Todos los días podemos y debemos ser mejores.

ORACIÒN ANTE LA CORONA DE ADVIENTO

Para inciar, se puede cantar un villancico o poner una grabaciòn y tratar de seguirla todos juntos, y a continuaciòn se inician algunas oraciones y rezos para esta celebraciòn:

Jefe de la casa: “En esta familia amamos al Niño Jesùs y por eso queremos prepararnos debidamente a su santo nacimiento. Que este momento de oraciòn que hacemos en familia nos ayude a tener nuestro corazòn mejor dispuesto para que Jesùs nazca en nuestros corazones en esta Navidad”.

(En seguida, uno de los miembros de la familia enciende la vela correspondiente, de tal forma que cada domingo se encienda una nueva vela que se unirà a la luz de las demàs que se han encendido)

Aclamaciòn: ¡Ven, ven Señor, no tardes!
Todos: ¡Ven, ven, que te esperamos!
(Aplausos)

Lectura: En seguida otros miembros de la familia lee una lectura del Evangelio:

-Primer Domingo de Adviento: Lucas 21, 25-28. 34-36:
VENIDA DEL HIJO DEL HOMBRE: Entonces habrá señales en el sol, la luna y las estrellas, y por toda la tierra los pueblos estarán llenos de angustia, aterrados por el estruendo del mar embravecido. La gente se morirá de espanto con sólo pensar en lo que va a caer sobre la humanidad, porque las fuerzas del universo serán sacudidas. Y en ese preciso momento verán al Hijo del Hombre venir en la Nube, con gran poder e infinita gloria.
Cuando se presenten los primeros signos, enderécense y levanten la cabeza, porque está cerca su liberación.

Cuiden de ustedes mismos, no sea que la vida depravada, las borracheras o las preocupaciones de este mundo los vuelvan interiormente torpes y ese día caiga sobre ustedes de improviso, pues se cerrará como una trampa sobre todos los habitantes de la tierra. Por eso estén vigilando y orando en todo momento, para que se les conceda escapar de todo lo que debe suceder y estar de pie ante el Hijo del Hombre.

-Segundo Domingo: Lucas 3, 1-6:
JUAN BAUTISTA PREPARA EL CAMINO AL SEÑOR: Era el año quince del reinado del emperador Tiberio. Poncio Pilatos era gobernador de Judea, Herodes gobernaba en Galilea, su hermano Filipo en Iturea y Traconìtide, y Lisarías en Abilene; Anàs y Caifás eras los jefes de los sacerdotes. En este tiempo la palabra de Dios le fue dirigida a Juan, hijo de Zacarías, que estaba en el desierto.

Juan empezó a recorrer toda la región del río Jordán, predicando bautismo y conversión, para obtener el perdón de los pecados. Esto ya estaba escrito en el libro del profeta Isaías: Oigan este grito en el desierto: Preparen el camino del Señor, enderecen sus senderos. Las quebradas serán rellenadas y los montes y cerros allanados. Lo torcido será enderezado, y serán suavizadas las asperezas de los caminos. Todo mortal entonces verá la salvación de Dios.

-Tercer Domingo: Lucas 1, 10-18:
UN ÀNGEL ANUNCIA EL NACIMIENTO DE JUAN BAUTISTA: Cuando llegó la hora del incienso, toda la gente estaba orando afuera, en los patios.
En esto se le apareció un ángel del Señor, de pie, al lado derecho del altar del incienso. Zacarías se turbó al verlo y el temor se apoderó de él.

Pero el ángel le dijo: "No temas Zacarías, porque tu oración ha sido escuchada. Tu esposa Isabel te dará un hijo y le pondrás por nombre Juan. Será para ti un gozo muy grande, y muchos más se alegrarán por su nacimiento, porque este hijo tuyo será un gran servidor del Señor.
No beberá vino ni licor, y estará lleno del Espíritu Santo ya desde el seno de su madre.

Por medio de él muchos hijos de Israel volverán al Señor, su Dios. Él mismo abrirá el camino al Señor con el Espíritu y el poder del profeta Elías, reconciliará a padres e hijos y llevará a los rebeldes a la sabiduría de los buenos. De este modo preparará al Señor un pueblo bien dispuesto.
Zacarías dijo al ángel: “¿Quién me lo puede asegurar?”

-Cuarto Domingo: Lucas 1, 39-45:
MARÌA VIVISTA A SU PRIMA ISABEL: Por entonces María tomó su decisión y se fue, sin más demora, a una ciudad ubicada en los cerros de Judá.

Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel. Al oír Isabel su saludo, el niño dio saltos en su vientre.
Isabel se llenó del Espíritu Santo y exclamó en alta voz: “¡Bendita tú eres entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre! ¿Cómo he merecido que venga a mí la madre de mi Señor? Apenas llegó tu saludo a mis oídos, el niño saltó de alegría en mis entrañas.
¡Dichosa tú por haber creído que se cumplirían las promesas del Señor!"

(Si no tienen Biblia pueden leer la lectura del Evangelio de la hoja dominical que se reparte en las iglesias)

Reflexiòn: Conviene que hagan algùn comentario a la lectura y que, a la luz del Evangelio, busquen juntos lo que Dios les pide como familia.

Oraciòn: Preparando los caminos del Señor, como familia le pedimos la gracia de saber recibir agradecidos todos los regalos que nos ofrece en este tiempo de Navidad:

1- Te pedimos por nuestra familia, para que llenos de tus bendiciones, vivamos en paz y armonìa.

2- Por nuestros familiares y amigos, que sientan tu amorosa presencia en esta Navidad.

3- Por nuestros enfermos y por aquellos que se sienten afligidos por los problemas, para que reciban tu luz en esta Navidad
(Añadan otras peticiones)

Oraciòn: “Jesús, Hijo de Dios, que quisiste hacerte hombre como nosotros para salvarnos del mal, que en esta Navidad sepamos corresponder a tu amor haciendo la voluntad de tu Padre, con quien vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén”.

Padre Nuestro…
Dios te salve…

Rito de la paz:
“Señor Jesucristo que viniste a traer tu paz al mundo, danos tu paz”.
(Se dan la paz con un beso, o un abrazo)

Ofrecimiento:

(Preparamos la Navidad con nuestra oraciòn, pero tambièn con nuestras otras buenas.
En este momento cada miembro de la familia ofrece hacer una buena obra en esta semana, dice cuàl y la anotan en un papelito. Si la obra buena se cumpliò se coloca el papelito en la cuna del Niño Jesùs en el nacimiento, como paja calientita que acogerà al Niño en la Navidad)

Este es todo el procedimiento que se seguirà cada domingo con la respectiva lectura del Evangelio de San Lucas.

Recuerden que este es un momento de reuniòn familiar, de amor y de Fe hacia la venida del Niño Jesùs a este mundo; renovando con su Nacimiento nuestras fuerzas, esperanzas, su promesa al mundo entero de estar con nosotros siempre hasta el fin de los tiempos y dàndonos infinitas gracias a nuestra vida diaria, en uniòn con nuestras familias.

Artìculo Desde la Fe, 29 Nov. 2009
No.666


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