sábado, 31 de octubre de 2015

La sabiduría de tus células Deepak Chopra


Deepak Chopra
El libro de los secretos
La sabiduría de tus células

 
Propósito superior: cada célula del cuerpo acuerda trabajar por el bien del todo; el bienestar individual es secundario. Si es preciso, morirá para proteger al cuerpo (lo que ocurre con frecuencia). La vida de cualquier célula es muchísimo más breve que la nuestra. Las células de la piel mueren por cientos cada hora, al igual que las inmunológicas que combaten los microbios invasores. El egoísmo resulta inconcebible, incluso cuando la supervivencia de las células está en juego.

Comunión: cada célula permanece en contacto con todas las demás. Hay células mensajeras que corren en to- das direcciones para notificar a los puestos avanzados más lejanos cualquier intención o deseo, por pequeño que sea. Retirarse o negarse a comunicar resulta inconcebible.

Conciencia: las células se adaptan a cada momento. Son flexibles para responder a cada situación. Mantener hábitos rígidos resulta inconcebible.

Aceptación: las células reconocen que cada una es igualmente importante. Todas las funciones del cuerpo son interdependientes. Realizarlas de manera aislada resulta in- concebible.

Creatividad: aunque cada célula cumple funciones específicas (las células hepáticas, por ejemplo, realizan 50 tareas distintas), éstas se combinan de manera creativa. Una persona puede digerir alimentos que nunca había comido, concebir pensamientos nuevos o bailar de un modo nunca visto. Aferrarse a conductas anquilosadas re- sulta inconcebible.

Estar: las células obedecen al ciclo universal de repo- so y actividad. Aunque este ciclo se manifiesta de distintas formas (niveles hormonales fluctuantes, presión sanguínea, ritmos digestivos), su expresión más obvia es el sueño. Si- gue siendo un misterio por qué necesitamos dormir, pero si no lo hacemos sufrimos disfunciones graves. El futuro del cuerpo se incuba en el silencio de la inactividad. La actividad obsesiva o la agresividad resultan inconcebibles.

Eficiencia: las células operan con la menor cantidad posible de energía. En general, sólo almacenan tres segun- dos de alimento y oxígeno dentro de la pared celular. Con- fían totalmente en que se les proveerá. El consumo excesi- vo de alimento, aire o agua resulta inconcebible.

Conexión: debido a su herencia genética común, las células saben que, en esencia, son iguales. El hecho de que las células hepáticas sean diferentes de las cardiacas, y las musculares de las cerebrales, no contradice su identidad colectiva, que es inalterable. En el laboratorio, una célu- la muscular puede transformarse genéticamente en célula cardiaca refiriéndola a su origen genérico. Las células sa- ludables permanecen vinculadas a su origen sin importar cuántas veces se dividan. Vivir en aislamiento resulta in- concebible.

Dar: la actividad principal de las células es dar, lo que mantiene la integridad del resto. El compromiso total con la concesión produce automáticamente la recepción, la otra mitad de un ciclo natural. El acopio resulta inconcebible.

Inmortalidad: las células se reproducen para transmi- tir a su descendencia, sin restricciones, su conocimiento, ex- periencia y talentos. Es una clase de inmortalidad práctica: someterse a la muerte en el plano físico, pero vencerla en el no físico. La brecha generacional resulta inconcebible.

Esto es lo que mis células han convenido. ¿No es un pacto plenamente espiritual?


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